Es común que, al comenzar una relación de pareja, nos encontremos en un mundo donde todo gira en torno al amor mutuo.
Sin embargo, luego de un tiempo, hay que volver a poner los pies sobre la tierra y organizar la vida que llevaremos junto a esa persona.
Cuando existe el balance de poderes en la pareja se logran relaciones felices y aumentan las posibilidades de que los dos crezcan a la par.
¿Es importante el balance de poderes en la pareja?
Lograr que exista el balance de poderes es verdaderamente importante porque permite que las dos personas sean y se sientan indispensables al tomar decisiones grandes o pequeñas.
El balance de poderes en la pareja puede evitar que la relación se torne tóxica y destructiva. Cuando no existe, la persona que se cree superior puede sentirse con derecho a herir al otro.
Esto dejará a una de las dos personas con la idea de que es inferior y suele dar mucho más de lo que recibe.
No existen pócimas que cambien las cosas de la noche a la mañana. Debes tener en cuenta que lo principal es tener paciencia y trabajar para que los dos miembros de la pareja estén en el mismo nivel.
No te olvides de hacer partícipe a tu pareja del cambio cuando consideres que este es importante. En una relación de pareja el esfuerzo por mejorar debe ser mutuo.
Los pasos para restablecer el balance de poderes en la pareja
la importancia del balance de poderes en la pareja
Si bien no existen dos parejas para las que funcionen las mismas cosas, hay algunos pasos que casi siempre dan resultado. Estos son:
Mantén la calma, pero sé asertivo
Si estás en una pareja en la que falla el balance de poderes será necesario que aprendas a defender tu posición. Puede que tu pareja se torne algo negativa o agresiva para mantener el control.
Estas actitudes suelen aparecer para defender su posición. Simplemente, mantén la calma, pero no dejes de comunicar tus deseos y necesidades.
Toma en cuenta que es muy importante escuchar a la otra persona. No trates de imponerte sobre la voluntad del otro, pues generarás más tensión.
Habla despacio y sin discutir
las parejas sanas trabajan en su relación
Cuando una persona controladora está asumiendo su rol, sube mucho el volumen de su voz y la velocidad al hablar.
Por esto, es fácil vernos comprometidos en una intensa y acalorada discusión donde las palabras van y vienen tan rápido que perdemos el enfoque y el punto al que queremos llegar.
En lugar de intentar seguirle el paso, debes frenar la conversación y hacer pausas que te permitan organizar tus ideas y pensamientos en una oración coherente. Esto te ayudará a expresarte con mayor claridad.
Ten claras tus exigencias
Es importante que tengas el control sobre ti misma para mantener la firmeza ante tu pareja cuando falla el balance de poderes. Si reconoces tu esfuerzo, tu pareja también comenzará a hacerlo.
Esta es una de las formas más rápidas de volver a tener algo de control y hacerle saber a tu pareja que también debe estar ahí para apoyarte.
Repite tus deseos
Debes insistir hasta que tu pareja se vea obligada a reconocer lo que estás pidiendo. Para una persona controladora resulta fácil dejar de lado las necesidades o deseos de su pareja porque está más enfocada en sus propias necesidades.
Por eso, es fundamental mantener la firmeza cuando consideras que lo que le solicitas es algo importante para ti. Debes sonar decidida y fuerte para que te tomen en serio.
Sé consciente de sus niveles de ansiedadpelea de pareja
Una persona que está acostumbrada a tener el control suele tener peores actitudes cuando está estresada o ansiosa. Por eso, debes ser consciente de los estados de ánimo de tu pareja y evitar confrontaciones cuando sus niveles de ansiedad y estrés sean elevados.
Si debes discutir algo importante, escoge el momento en el que tu pareja se encuentre más calmada para tratar de minimizar los conflictos.
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Disminuye la tensión con humor
Esta puede ser una de las formas más eficaces de contrarrestar la gravedad de la discusión y reducir los niveles de tensión entre ambos.
El humor, en muchos casos, nos lleva a una comunicación con un enfoque más flexible y amigable.
Esto permite a ambos observar la situación desde una perspectiva más amplia en lugar de quedar atrapados en una discusión tensa y repetitiva.
Toma tu tiempo
Esto es útil para despejar la mente y aclarar si realmente estamos preparados para hablar sobre el tema o si aún no nos sentimos listos para ello.
Es importante que al tomarte un tiempo salgas de la habitación y esperes un lapso prudente, entre veinticinco minutos y una hora.
Menos tiempo no te permitirá pensar con claridad y demasiado tiempo podría hacer sentir a tu pareja que le restas importancia.
Es importante que exista un límite de tiempo para que se restablezca el balance de poderes en la pareja. Cuando una persona es controladora, tiende a empeorar a medida que se envejece.
Si por más que te hayas esforzado las cosas no mejoran, debes considerar la idea de terminar la relación. Piensa primero en tu bienestar personal.
