La cúrcuma es uno de los condimentos de moda en el mundo que se está abriendo camino en las cocinas de América Latina.
En algunos países de la región, como Perú y Bolivia, le llaman palillo; en Colombia azafrán de raíz, en Cuba yuquilla y en Puerto Rico jenjibrillo, por citar algunos nombres.
Pero ahora millones de personas en el planeta, más que conocer a la cúrcuma como uno de los ingredientes principales de la salsa curry, la agregan a cuanta comida pueden, e incluso a bebidas como el té.
La gaviota que se volvió naranja… tras caer en un tanque repleto de curry
La razón: hay quienes sostienen con gran convencimiento que tiene grandes beneficios para la salud, como curar alergias e incluso depresiones.
Son afirmaciones fuertes, arriesgadas.
¿Acaso es la cúrcuma otro de tantos alimentos de moda en los que la gente deposita las esperanzas de una vida saludable?
O en otras palabras: ¿vive este condimento sólo sus 15 minutos de fama injustificada?
La cúrcuma tiene 200 diferentes tipos de compuestos siendo uno de ellos el curcumin, que le da su clásico color entre amarillo y anaranjado.
Existen decenas de investigaciones científicas en torno de las propiedades benéficas de este compuesto. Sin embargo, hasta ahora la gran mayoría de los estudios se han desarrollado en ratones.
