De manera consensuada, el señor Rafael Torres deja estos días la presidencia del afamado complejo residencial y turístico Casa de Campo, después de una destacada labor muy reconocida en el país. El alto directivo afronta ahora nuevos retos profesionales ligados directa e indirectamente con el mundo del turismo, real estate, y grupos de inversión internacionales para toda Latinoamérica.
Torres, un ejecutivo forjado en el mundo hotelero, dinamizó en todos los aspectos el resort Casa de Campo durante los dos años en los que estuvo al frente del considerado como uno de los más lujosos de todo el Caribe, al que visualizó aún más en el mercado. No ha trascendido el nombre de la persona que lo sustituirá.
En su despedida, Rafael Torres desea poner de manifiesto públicamente su agradecimiento hacia la propiedad, desde las familias Fanjul a las de Menéndez, pasando por las de Martínez Lima, por haber confiado en mí un puesto de tanta relevancia que he ejercido con entrega y cariño, según señala a los medios en su adiós.
En una carta dirigida a los propietarios de las villas y al equipo humano, Torres expresa, asimismo, su gratitud por la receptividad encontrada entre todos ellos, a la vez que enumera las claves del relanzamiento del principal complejo residencial de la República Dominicana, país al que seguirá unido personal y profesionalmente.
En el mundo del turismo caribeño, Rafael Torres estaba considerado desde antes de su fichaje por Casa de Campo como uno de los principales ejecutivos hoteleros de toda el área del Caribe. Con él como máximo representante del Meliá Paradisus Palma Real, este establecimiento alcanzó sus mayores cotas de rentabilidad.
