Puerto Príncipe, Haití.- Los haitianos tratarán una vez más este fin de semana de elegir un presidente a pesar de que buena parte del sudoeste del país está en ruinas por el huracán Matthew, sectores del norte están inundados y el país vive un caos político.
Las autoridades admiten que no es el momento más oportuno para llevar a cabo elecciones, pero dicen que es hora de que el país salga del impasse en que se encuentra.
«Las elecciones serán cruciales para el futuro democrático del país», afirmó el presidente interino Jocelerme Privert en un discurso a la nación esta semana.
Los votantes elegirán el domingo entre 27 candidatos a presidente y los dos más votados pasarán a una segunda ronda, pautada para el 29 de enero. También se elegirán 16 senadores y 25 diputados.
El ciclo electoral comenzó hace más de un año, pero ha sido descarrilado una y otra vez. Una primera ronda llevada a cabo en octubre del 2015 fue anulada luego de que una comisión especial dijese que daba la impresión de que había habido un fraude.
Privert, elegido por el Parlamento, sigue gobernando a pesar de que se lo designó por 120 días y ese plazo expiró en junio. Ello se debe a que ha habido numerosas maniobras y demoras en un ambiente político extremadamente polarizado.
Una nueva elección tuvo que ser suspendida cuando el huracán Matthew causó estragos el 4 de octubre.
Desde entonces se han reparado unas 250 escuelas y otros centros de votación dañados por el temporal. En algunos sitios se votará en carpas.
Las autoridades electorales esperan que la participación supere la de hace un año, cuando fue del 26%, pero están conscientes de que la fatiga electoral, el desencanto del electorado y los obstáculos que enfrenta la población en las zonas afectadas por los desastres naturales pueden desalentar a los votantes.
«Sabemos que la gente en el sur está luchando por sobrevivir, por conseguir comida y techo», dijo Rosny Desroches, de la agrupación Observatorio Ciudadano para una Democracia Institucionalizadora. «Para alguna gente las elecciones pueden parecer algo secundario».
Algunos residentes de las zonas afectadas por el huracán dicen que les incomoda el que se les pida que vayan a votar cuando están luchando por satisfacer necesidades básicas.
«Tenemos muchos problemas. Para mí, es injusto que se vote ahora», dijo Mario Jean Michel, propietario de un pequeño hotel en la ciudad de Jeremie, azotada por el huracán.
Otros, en cambio, afirman que están ansiosos por que se lleve a cabo la elección y esperanzados con que el nuevo gobierno mejore su situación.
«Toda la gente que conozco está lista para votar», expresó Walna Gevere, de Anse d’Hinault, en el sudoeste.
No hay favoritos por ahora. Las encuestas arrojan resultados contradictorios y poco confiables. Algunos analistas creen que el ganador saldrá de un grupo que incluye a Jovenel Moise, el favorito en la votación anulada del año pasado, y Jude Celestin, protegido del ex presidente Michel Martelly y quien encabezó un boicot electoral tras terminar segundo en el 2015.
No ha habido actos de campaña grandes y muchos de los candidatos que figuran en afiches por toda la ciudad ya retiraron su postulación.
De todos modos, no faltan quienes hacen declaraciones incendiarias. El ex presidente Jean-Bertrand Aristide, que hace campaña a favor del candidato de su partido Fanmi Lavalas, exhortó hace poco a rebelarse si hay una votación injusta.
Y como siempre, abundan las denuncias anticipadas de fraude sin demasiado sustento.
Miles de soldados de las Naciones Unidas ayudarán a mantener el orden.
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