La medida permite al gobierno federal tomar medidas excepcionales, como realizar compras de materiales y remedios sin licitación y facilitar la creación de grupos de investigación.
Brasil mantendrá el estado de emergencia sanitaria para enfrentar la epidemia de zika que estalló hace un año y lo convirtió en el país más afectado, con 1,5 millones de personas contaminadas y más de 2.000 bebés nacidos con microcefalia.
«Vamos a mantener la emergencia hasta que la situación nos infunda tranquilidad»,anunció este viernes el ministro de salud, Ricardo Barros, en una conferencia de prensa en Brasilia.
El estado de emergencia sanitaria permite al gobierno federal tomar medidas excepcionales para combatir una epidemia, como realizar compras de materiales y remedios sin procesos de licitación y facilitar la creación de grupos de investigación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicará por la noche en su sede de Ginebra si sigue considerando al zika como una emergencia sanitaria mundial. La entidad había tomado esa disposición en febrero pasado, ante la propagación de esa enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, vector asimismo del dengue y la chicunguña.
En 2015, médicos y científicos brasileños descubrieron que el zika estaba por detrás de unaumento desproporcionado en el país de los casos de microcefalia, una malformación congénita caracterizada por una dimensión reducida de la cabeza del bebé. Esta relación zika-microcefalia era hasta entonces desconocida para la ciencia.
El virus también se vincula al síndrome de Guillain-Barré, una grave enfermedad neurológica.
Tras numerosos estudios para intentar comprender este fenómeno, Brasil adoptó nuevos criterios de diagnóstico y decidió prolongar los periodos de seguimiento médico de los niños cuyas madres contrajeron el virus, que serán vigilados hasta los 3 años de edad para detectar otros posibles trastornos, anunciaron las autoridades.
«Nos dimos cuenta de que incluso bebés que nacían con el perímetro encefálico normal, tres, cuatro o seis meses después, presentaban problemas auditivos, visuales, o incluso tenían su desarrollo comprometido», explicó Tereza Lamare, directora del Departamento de Acciones Estratégicas del Ministerio de Salud.
«Tuvimos que cambiar la definición de los casos de síndrome congénito asociado al zika, queademás de microcefalia, deben ser consideradas otras alteraciones congénitas en el diagnóstico de niños afectados por el zika», añadió.
Las autoridades recomiendan además, siguiendo las recomendaciones de la OMS, realizar unasegunda ecografía en el séptimo mes de embarazo, después de la del primer trimestre, para detectar posibles malformaciones al final de la gestación.
