Un nuevo estudio muestra que el consumo ligero a moderado de alcohol no tiene ningún efecto, ni bueno ni malo, sobre las arterias coronarias
El consumo excesivo de alcohol es malo, muy malo, para la salud. De hecho, el alcohol fue responsable tan solo en 2012 de un total de 3,3 millones de decesos en todo el planeta, una tercera parte por enfermedades cardiovasculares y diabetes que provocadas por su consumo. Y en este contexto, ¿el consumo moderado de alcohol protege o no frente a las enfermedades cardiovasculares? Pues según se mire unos estudios u otros, sí y no. Y ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Semmelweis en Budapest (Hungría), parece confirmar, mediante una prueba de imagen muy avanzada angiotomografía computarizada coronaria (CCTA) y de una vez por todas, que el consumo ligero o moderado de alcohol no tiene ningún efecto, ni bueno ni malo, sobre las arterias coronarias es decir, las arterias responsables de hacer llegar la sangre al músculo cardiaco o miocardio.
Como explica Júlia Karády, directora de esta investigación presentada en el marco de la Reunión Anual 2016 de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA) que se está celebrando en Chicago (EE.UU.), «la CCTA es una excelente modalidad diagnóstica para la evaluación no invasiva de las paredes coronarias y la identificación de lesiones ateroscleróticas. Muchos estudios previos han utilizado los factores de riesgo cardiovascular, caso de los niveles de colesterol, para evaluar los efectos del alcohol, pero nuestro trabajo es único porque ha utilizado la CCTA tanto en personas bebedoras como no bebedoras, lo que puede arrojar alguna luz sobre la manera en que el alcohol puede o no contribuir al desarrollo de placas en las arterias coronarias».
Ni bueno ni malo
Para llevar a cabo el estudio, los autores contaron con la participación de 1.925 pacientes que respondieron a un cuestionario sobre su consumo de alcohol y se sometieron a una CCTA para confirmar o desestimar la presencia de cardiopatía isquémica enfermedad en la que las arterias coronarias presentan aterosclerosis, es decir, están parcialmente obstruidas por la deposición de placas de ateroma.
Como apunta Júlia Karády, «en torno a un 40% de nuestros pacientes tomaban alcohol de forma regular, estableciéndose la media del consumo en 6,7 unidades de alcohol semanales». Es decir, una cantidad que prácticamente equivaldría a tomar una copa de vino tinto al día.
Si bien el consumo moderado de alcohol no tiene ningún efecto protector, también es verdad que no provoca ningún perjuicioJúlia Karády.
Los resultados mostraron que la cantidad de alcohol ingerida, tanto ligera como moderada, no se asoció en ningún caso con la presencia o ausencia de cardiopatía isquémica. Es más; los autores no observaron ningún tipo de relación entre los distintos tipos de alcohol consumidos entre otros, vino, cerveza y licores y la aterosclerosis coronaria.
Como indica la directora de la investigación, «cuando comparamos el consumo entre los pacientes que tenían cardiopatía isquémica y aquellos no aquejados por la enfermedad, no vimos ninguna diferencia. Y cuando evaluamos la posible relación entre la ingesta ligera de alcohol y la presencia de cardiopatía isquémica, seguimos sin ver ninguna asociación. Finalmente, evaluamos el efecto de los diferentes tipos de alcohol sobre la aparición de cardiopatía isquémica sin que, nuevamente, encontráramos ninguna relación».
Pero no es inocuo
En definitiva, parece que el consumo moderado de alcohol no tiene ningún efecto protector sobre las arterias coronarias y, por tanto, sobre la cardiopatía isquémica en particular y la enfermedad cardiovascular en general.
Pero como destaca Júlia Karády, «si bien es cierto que, como se había sugerido previamente, el consumo ligero de alcohol no tiene ningún efecto protector, también es verdad que no provoca ningún perjuicio».
Sin embargo, puntualizan los autores como conclusión, «con independencia de que no tenga ningún efecto sobre las arterias coronarias, el consumo moderado de alcohol se ha asociado con numerosos efectos secundarios potenciales, caso de los efectos negativos a largo plazo sobre el cerebro y el corazón».
Consumo moderado de alcohol no protege la salud del corazón
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page