La delincuencia en República Dominicana no respeta clase social, jerarquía, credo, ni condición económica, al punto de que más de un 80% de los ciudadanos han sido víctimas de este flagelo, que muchas veces termina apagando la vida de las personas involucradas o afectadas por esta problemática.
Para los delincuentes entrar a robar a casas, iglesias, escuelas, centros comerciales, bancas, en calles, callejones, barrios, sectores exclusivos, restaurantes, autobuses, carros públicos o privados es lo mismo, siempre y cuando en esos lugares encuentren dinero en efectivo o algo de valor que puedan revender.
Los últimos sucesos han estremecido a la población al comprobar que ni los policías escapan a sufrir el embate de la delincuencia, pese a portar un arma de fuego y a conocer tácticas de defensa personal.
En ese sentido, fue confirmado este lunes que un coronel y cuatro oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ejercito Dominicano fueron atracados hace cuatro días en el sector Los Mameyes, en Santo Domingo Este.
En el atraco, los vándalos cargaron con la pistola de uno de los oficiales, porque los demás no portaban armas. También con los celulares de cada uno. En este caso, uno de los ladrones fue apresado y la motocicleta en la que se cometió el acto delictivo.
Asimismo, un raso de la Policía ultimó a dos hombres que intentaron asaltarlo en su residencia del ensanche Capotillo.
De acuerdo con una nota de prensa, el raso Pablo Alexander Cross Bello, ultimó a Pedro Milkin Pinales Alcántara, de 27 años, residente en El Caliche, de Villas Agrícolas, y a otro hombre no identificado aún, de unos 25 a 30 años, apodado El Chinito.
El hecho se produjo alrededor de las 10:00 de la noche en la vivienda del raso, en la calle Diego Velásquez, del ensanche Capotillo, donde el agente policial compartía con su concubina.
De acuerdo a los resultados de una encuesta divulgados por la firma CID-Gallup, más del 17 % de los hogares de Centroamérica y República Dominicana ha sido víctima de la delincuencia.
El estudio, efectuado en enero del 2015 indica que República Dominicana tiene el porcentaje más alto de hogares víctimas de delincuencia con un 25 %, mientras Costa Rica y Nicaragua tienen el número más bajo, con el 17 %.
Después de República Dominica sigue Honduras (24 %), Guatemala (23 %), El Salvador (23 %) y Panamá (18 %).
Estos son los resultados a la pregunta de si en los últimos 30 días algún miembro de la familia ha sido afectado por algún delito.
Los datos fueron recopilados de encuestas realizadas a 1.200 personas adultas en cada país en enero pasado, con un margen de error de 2,8 puntos porcentuales y un nivel de confianza del 95 %.
En tanto que los vicios de las estadísticas oficiales sobre la delincuencia y la inseguridad ciudadana imposibilitan analizar de manera objetiva esta problemática.
Las cifras del Gobierno demuestran que en los últimos cuatro años las muertes por homicidio han descendido. Sin embargo, los homicidios por delincuencia no ha tenido el mismo comportamiento.
Los cinco informes del Observatorio de Seguridad Ciudadana de República Dominicana (OSC-RD), registran 497 muertes por delincuencia en 2011. En 2012 esa cifra aumentó a 624. En el 2013 y 2014 hubo una reducción de 540 a 467, respectivamente. Pero en el 2015 hubo 516 muertes por delincuencia, 49 muertes más que el año anterior.
Los informes del OSC-RD indican que en 2012 hubo 12,537 denuncias de robos registradas, en 2013 la cifra bajó a 11,402 y en el 2014 esa tendencia continuó hasta las 10,115 cifras. Pero en el 2015, esta categoría solo se refiere a las denuncias por robo de automóviles y motocicletas, pendiente de publicar los números referentes a los robos generales. Estas cifras tampoco reflejan cuántas personas son realmente víctimas de un atraco o robo.
Toda esta situación provoca un estado de inseguridad ciudadana al punto de que el 85% de la población se siente con miedo de salir a la calle, condición que aumenta mucho más en diciembre, por la cantidad de dinero que se maneja por el doble sueldo.
Hasta el momento, lo único que se puede hacer es orientar a la población para que aplique medidas preventivas, a fin de evitar que le roben su salario o cualquier objeto de valor.
Delincuencia en RD no respeta rango ni clase social
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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