En los últimos años, la Reserva Ecológica Arenillas (REA) al sur de Ecuador ha sufrido una reducción significativa del hábitat quedando fragmentada debido a la entrada de nuevas actividades humanas.
Una parte de la reserva ha sido entregada a las asociaciones de productores generando una mayor presión en la zona, apunta Carlos Iván Espinosa, investigador en el departamento de Ciencias Naturales de la Universidad Técnica Particular de Loja. A esto se añade el hecho de que «la reserva está sufriendo un serio problema de tala ilegal y cacería, así como la existencia de algunos proyectos de riego que podrían significar una nueva reducción de la reserva, añade.
Según el estudio, publicado en Revista Ecosistemas, esta reserva es una de las más importantes del bosque seco, ya que es una de las únicas que aún mantienen conectividad, defienden los investigadores. Aunque se encuentra aislada de otras reservas de Ecuador, existen conexiones con reservas del norte del Perú que han permitido la supervivencia de la fauna pero que no se encuentran en muy buen estado de conservación, denuncia Espinosa.
Para los autores, entre los que se encuentran investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), es necesario generar iniciativas para mantener la conectividad promoviendo la ampliación de las áreas de conservación y, la posible inclusión de la REA dentro de la Reserva de Biosfera Transfronteriza de Ecuador y Perú, Bosques de Paz. Entre los principales objetivos de esta reserva transfronteriza está la conectividad y lamentablemente la REA no se encuentra dentro del área de la reserva comenta el experto.
Uno de los principales beneficios de la Reserva Ecológica Arenillas es la conservación de la biodiversidad, según recoge la investigación. En la actualidad, REA es considerada un refugio de la diversidad de mamíferos de tamaño medio y grande. En la actualidad, en la REA sigue existiendo una densidad rica de mamíferos lo que demuestra la importancia de proteger esta zona de un posible proceso de defaunación.
«En los bosques secos del suroccidente de Ecuador, un 54% de las especies arbóreas y arbustivas dependen de los animales para la dispersión de semillas, por lo que la defaunación tendría un alto impacto sobre la comunidad vegetal, apunta Espinosa. El estudio destaca que una de las características más importantes de las especies que habitan esta reserva es su variabilidad genética, la cual permite a las especies adaptarse al ambiente. En este área existen especies con mayor tolerancia a la deshidratación y si acabamos con esta característica la especie perderá su capacidad de adaptación, explica.
Las áreas naturales protegidas han sido propuestas como una estrategia eficiente de conservación ya que pueden generar un efecto refugio de la diversidad, aunque dependiendo de su tamaño y conectividad pueden convertirse en islas en extinción que ponen en riesgo la viabilidad de las poblaciones. Por ello, es esencial entender las implicaciones de la fragmentación del bosque para la definición de planes de manejo de las áreas naturales, según señala este trabajo.
Los autores proponen generar estrategias que aseguren la conectividad de la REA a otras áreas boscosas en Ecuador y principalmente la conexión con la reserva Cerros de Amotape en Perú. Para ellos, promover la relación de los remanentes de bosque seco ayuda al mantenimiento de la conectividad genética de poblaciones, así como de la existencia de tamaños vitales suficientemente grandes para los mamíferos en general y para la megafauna en particular como los ciervos de cola blanca o los pumas. (Fuente: SINC)
El ciervo y el puma, en peligro por la fragmentación de hábitat en Ecuador
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