Muertes por cáncer cervical se hayan subestimado en EE.UU.

La cantidad de mujeres que mueren de cáncer cervical en Estados Unidos podría ser más alta de lo que se creía, y el riesgo es más alto entre las mujeres de más edad y negras, encuentra un nuevo estudio.
 
«Se trata de una enfermedad prevenible y las mujeres simplemente no deberían desarrollarla, y mucho menos morir por su causa», enfatizó en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins la autora líder, Anne Rositch, profesora asistente de epidemiología de la Hopkins, en Baltimore.
 
Debido a los grandes avances en la detección temprana, como el frotis de Papanicolaou, hace mucho que se piensa que el cáncer cervical ha sufrido una gran derrota en Estados Unidos.
 
Pero los investigadores anotan que los estimados previos de la mortalidad por el cáncer cervical habían incluido a mujeres que ya se habían sometido a una histerectomía, que puede incluir la extirpación del útero y de la cérvix. Una de cada cinco mujeres de Estados Unidos se ha sometido a una histerectomía, según los investigadores.
 
Las evaluaciones preventivas, como el frotis de Papanicolaou, buscan señales de cáncer o precáncer en la cérvix, de forma que solo son útiles para reducir las muertes por cáncer cervical en las mujeres que no se han sometido a una histerectomía, explicaron los investigadores.
 
Su nuevo método de cálculo excluyó a las mujeres que se habían hecho una histerectomía.
 
Cuando se descartaron esas mujeres, el equipo de Rositch encontró que la mortalidad por el cáncer cervical en EE. UU. es un 77 por ciento más alta entre las mujeres negras y un 47 por ciento más alta entre las mujeres blancas de lo que se pensaba.
 
La tasa anterior de mortalidad por cáncer cervical en las mujeres negras mayores de 20 años era de 5.7 por cada 100,000 cada año, mientras que era de 3.2 por cada 100,000 cada año entre las blancas.
 
Pero cuando se excluyeron las mujeres que se habían sometido a histerectomías del análisis, la tasa en las mujeres negras aumentó a más de 10 por cada 100,000 por año, y a 4.7 por cada 100,000 por año en las blancas.
 
«Estos datos nos dicen que mientras una mujer conserve su cérvix, es importante que siga obteniendo las pruebas recomendadas para el cáncer cervical, dado que el riesgo de muerte por la enfermedad sigue siendo significativo hasta bien entrada la vejez», dijo Rositch.
 
La investigación también encontró que muchas mujeres que mueren de cáncer cervical son mayores de 65 años, la edad recomendada para dejar de hacerse pruebas regulares para el cáncer cervical.
 
Cada año en Estados Unidos hay 12,000 casos de cáncer cervical y 4,000 muertes por la enfermedad. Pero la evaluación de rutina puede prevenir el cáncer cervical.
 
Los hallazgos del estudio enfatizan la necesidad de aprender más sobre los riesgos asociados con el cáncer cervical en las mujeres mayores y en las negras, y de determinar las mejores opciones de evaluación y tratamiento para esas mujeres, según los investigadores.

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