Las actividades mentalmente estimulantes pueden proteger al cerebro del envejecimiento, aunque una persona tenga una predisposición genética a la demencia o la enfermedad de Alzheimer, informa un nuevo estudio.
Las actividades que mantienen al cerebro ocupado (como usar una computadora, hacer manualidades, los juegos y participar en actividades sociales) parecen reducir el riesgo de declive mental relacionado con la edad en las personas de a partir de 70 años de edad, encontró el estudio de la Clínica Mayo.
«Ese tipo de actividad estimulante en que se participa comúnmente en realidad reduce el riesgo de que las personas desarrollen un deterioro cognitivo leve», afirmó el coautor del estudio, el Dr. Ronald Petersen, director del Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
Los investigadores encontraron que los beneficios de la estimulación mental ayudaron incluso a las personas que portan la apolipoproteína E (APOE) E4, un factor de riesgo genético de la demencia y el Alzheimer.
En el estudio, los investigadores de la Mayo siguieron a más de 1,900 hombres y mujeres mentalmente sanos que participaron en el Estudio clínico sobre el envejecimiento de la Mayo durante un promedio de cuatro años. Su edad promedio al inicio del estudio era de 77 años.
En ese periodo, más de 450 participantes desarrollaron un deterioro cognitivo leve, que es un declive leve pero apreciable en la memoria y las habilidades de pensamiento y que podría ser el primer paso en el desarrollo de la demencia o de la enfermedad de Alzheimer.
