Los ataques de asma pueden llegar a ser letales para los niños, pero un nuevo estudio muestra que los niños afroamericanos tienen 6 veces más probabilidades de fallecer de la enfermedad que los niños blancos o hispanos.
La diferencia en las tasas de mortalidad «podría implicar diferencias en el acceso a la atención médica» en función de la raza de la familia, dijo la autora principal, la Dra. Anna Chen Arroyo, en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología (American Academy of Allergy, Asthma & Immunology). Arroyo trabaja en el Hospital Brigham and Women’s de Boston.
Presentó los hallazgos el sábado en la reunión anual de la academia, en Atlanta.
No hay una cura para el asma, y puede ser letal si no se controla adecuadamente a través de un diagnóstico adecuado, medicación y un plan de gestión, indicaron los autores.
Una especialista en problemas respiratorios se mostró de acuerdo y afirmó que todos los niños están afectados.
«El asma es una afección crónica que afecta a aproximadamente 9 millones de niños en Estados Unidos», dijo la Dra. Sherry Farzan, especialista en alergias e inmunología en Northwell Health en Great Neck, Nueva York.
«Hay un amplio rango de síntomas y de grados de gravedad», añadió, «y algunos niños presentan síntomas de forma intermitente, mientras que otros tienen síntomas crónicos a diario con exacerbaciones y hospitalizaciones recurrentes».
Las familias pueden ayudar a controlar el asma infantil a través de un acceso regular a los profesionales de la atención médica, asegurándose de que los niños toman sus medicamentos y reduciendo los alérgenos que haya en casa, dijo Farzan.
Pero, ¿todas las familias estadounidenses tienen un acceso equitativo a estas medidas?
En el nuevo estudio, el equipo de Arroyo examinó los datos relativos a las muertes por asma de casi 2,600 niños en todo el país entre 2003 y 2014.
Los investigadores encontraron que un poco más del 50 por ciento de todas las muertes de niños con asma se produjeron en los departamentos de emergencias o en clínicas, más que en casa (el 14 por ciento) o en un hospital (el 30 por ciento).
