Asunción.- La 58 reunión anual de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se celebrará en Asunción a finales de mes, servirá para abordar el desafío de la integración en América Latina ante el volátil panorama económico global, dijo Germán Quintana, secretario del organismo.
Quintana participó este lunes en una conferencia de prensa para presentar algunos detalles de la reunión, que se desarrollará entre el 30 de marzo y el 2 de abril en las instalaciones del Comité Olímpico Paraguayo, en Asunción.
El secretario del BID declaró que acude al evento con «mucha expectativa» y recordó que el organismo es «una instancia fundamental» para avanzar en el desafío del desarrollo y la integración en América Latina, que sigue siendo «un tema importante sobre la mesa».
A nivel interno, Quintana dijo que los 48 países miembros del BID esperan «aprobar un conjunto de recursos para una ventanilla que financie el emprendimiento en la región», a través de un fondo que asigne recursos a proyectos innovadores en América Latina, como los vinculados a los jóvenes, las mujeres o los indígenas.
A nivel global dijo que espera que se produzcan diálogos entre países con agendas diferentes, con la posibilidad de «intercambiar ideas, fortalecer la cooperación y abrir caminos a la integración y a una mejor vinculación económica, a través del comercio».
Agregó que el evento permitirá a los países «verificar cómo las dinámicas de crecimiento en distintas regiones de Asia, Europa o América del Norte impactan en América Latina».
Explicó que la región latinoamericana pudo «sortear con gran habilidad» la crisis financiera de 2008, gracias a «una disciplina fiscal importante», y a que sus mercados internos no disponían de elementos que pudieran llevar a la especulación, una de las causas que gatillaron esa crisis, según dijo.
Sin embargo, expuso que los países de la región están evaluando ahora un escenario de «una volatilidad global mayor» y de perspectivas de crecimiento regional a la baja.
«Se acabó el gran boom de los commodities, que estaba fuertemente ocupado por el crecimiento de China, y que hacía que las economías monoproductoras de Latinoamérica tuvieran precios internacionales tremendamente positivos», afirmó Quintana.
Añadió que la ralentización del crecimiento chino y los «graves problemas» que atravesó Europa «dejaron al mundo en una situación incómoda», con Estados Unidos en una «larga y lenta recuperación de la crisis de 2008», que hizo que dejara de ser «la locomotora para empujar la economía mundial».
Ante este escenario, las economías regionales obtuvieron perspectivas de crecimiento a la baja, derivadas de la caída de los precios internacionales de las commodities, aunque Quintana auguró que la economía china se recuperará con un crecimiento en torno al 6 o 7 %, lo que empujará los precios de las materias primas.
Además, el BID apuesta por una «mayor diversificación de la economía en América Latina» y por el «emprendimiento y la innovación», y recomienda a los Gobiernos «hacerse cargo del desafío tecnológico y de sus impactos en el mercado laboral», que pueden ser negativos.
El objetivo final es que «cada dólar en invertido en préstamos del BID» contribuya a la modernización, no solo productiva, sino en la relacionada con la integración e igualdad de la mujer en el mercado laboral, y la atención a los pueblos indígenas y excluidos.
«Necesitamos todo el talento en cada uno de los países. Una mayor diversidad da mayor competitividad y productividad, pero hay que manejarla bien, de manera armónica, para que genere un desarrollo sostenido que fortalezca las instituciones democráticas y la manera como conviven los países», concluyó Quintana.
Unas 2,000 personas, entre líderes del sector público y privado y representantes de la sociedad civil, así como ministros de Economía o Hacienda, tomarán parte en la 58° Asamblea Anual de Gobernadores del BID y la 32° Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) en Asunción.
