En un mensaje enviado desde la cárcel a la dirigencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM), a través de su hijo y diputado por la provincia Espaillat, Enmanuel Bautista; el presidente de esa organización Andrés Bautista aseguró que no se quiere hacer justicia con el caso Odebrecht, y advirtió que demostrará que las acusaciones de soborno en su contra no tienen validez alguna.
El mensaje del dirigente político, a quien se le dictó prisión preventiva por seis meses en la cárcel de Najayo, fue exteriorizado en una asamblea de dirigentes del PRM realizada en Villa Mella.
“Él les manda a decir a ustedes que la verdad saldrá tarde o temprano, y que si ha tenido que sacrificarse para demostrar que todo lo que se ha hecho en ese expediente, si se le puede llamar expediente, es para demostrar que aquí no se está queriendo hacer justicia”, enfatizó su hijo Enmanuel Bautista.
Bautista señaló que el caso Odebrecht es el símbolo del autoritarismo gubernamental y el autoritarismo judicial que viven los dominicanos.
Agregó que existe un compromiso de lucha contra la corrupción, de la lucha contra la impunidad, contra el alto costo de la vida, contra la falta de inversión en salud y de una educación seria y de calidad, al tiempo que advirtió el PRM se mantendrá firme en la lucha de todas esas reivindicaciones y en contra de todo lo que perjudique a la República Dominicana en su desarrollo.
“El presidente del partido, Andrés Bautista, les manda a decir que él se mantiene fuerte, que se mantiene firme y que se mantiene con la conciencia limpia porque el que no tiene hechas no tiene sospechas”, expresó el joven legislador.
La asamblea encabezada por el secretario general del PRM, Jesús “Chú” Vásquez Martínez, así como por los dirigentes Eligio Jáquez, Máximo Pérez, Geanilda Vásquez.
El acto organizado por Isidro Tórres, José Manuel López, Alerto Arías, Carlos Padilla, Ace Charles, Carlos Castro, Juan Encarnación, Esteban Mella, los concejales Carlos Manuel Noboa, Bernardo Candelario y Dominga Antonia Rondón, se desarrolló en un ambiente de confraternidad y sirvió de orientación para las masas de ese partido opositor respecto al caso Odebrecht en la que varios de sus miembros, incluyendo su presidente fue sometido a la justicia.
