A pesar de que se registra una tendencia descendente de la incidencia de la manufactura local en el valor agregado durante las últimas décadas, el sector zonas francas ha sufrido transformaciones importantes en su estructura productiva que expande la fabricación de mercancías nuevas, más allá de la industria textil y ropa de vestir.
Los nuevos productos de zonas francas que imponen la dinámica son los eléctricos, artículos de joyería y conexos, productos farmacéuticos, fabricación de productos médicos y quirúrgicos, manufacturas de calzados y de tabaco que están agrupadas en las llamadas “Otras zonas francas”.
Las afirmaciones están contenidas en el análisis “sobre la estructura productiva y dinámica exportadora de la industria manufacturera de la República Dominicana”, preparado por Juan Tomás Monegro, viceministro de Desarrollo Industrial; y Carlos M. Gratereaux, especialista sectorial, ambos del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, informa una nota de la dirección de Comunicaciones de la institución.
Al analizar la composición y evolución del sector de Manufactura de Zonas Francas, los autores sostienen que ha sufrido una transformación en su estructura productiva, pues mientras en 1991 más del 60% del valor agregado por las zonas francas “era debido a las actividades de fabricación de productos textiles y prendas de vestir, al 2013 estas actividades sólo representaban cerca del 25% del total”.
Apuntan que en cambio, “otras actividades de zonas francas como la fabricación de productos eléctricos, de joyería y conexos, artículos farmacéuticos, fabricación de productos médicos y quirúrgicos, manufacturas de calzados y manufacturas de tabaco, representaban al 2013 más del 75% del valor agregado del sector de Manufactura de Zonas Francas”.
En relación con la dinámica exportadora, Monegro y Gratereaux plantean que la industria manufacturera dominicana se ha caracterizado por una marcada dualidad entre los subsectores que la componen: la Manufactura Local y las Zonas Francas de Exportación (ZFE), porque la manufactura local, que representó alrededor del 75% del valor agregado sectorial en 2016, enfocada principalmente en el mercado nacional y con poca vocación exportadora; mientras que las zonas francas de exportación representan el 25% del valor de los bienes y servicios finales producidos por la industria manufacturera.
Apuntan que esa dualidad se expresa mejor a la hora de evaluar el desempeño exportador de la industria manufacturera dominicana, porque a su juicio “existe una marcada diferenciación entre el desempeño exportador de las zonas francas y el resto de la economía”.
“Mientras las industrias de zonas francas de exportación muestran un superávit en la balanza comercial en el periodo 1993-2016, el resto de la economía (las exportaciones e importaciones nacionales) muestra un marcado déficit comercial”, agregan los funcionarios.
No obstante, consideran que el panorama del segmento exportador dominicano ha venido cambiando, ya que conjuntamente con una reducción de las exportaciones en más de 10 puntos porcentuales del PIB en las últimas décadas, “se ha dado una menor dualidad entre los sectores de exportaciones nacionales y de zonas francas”.
“Mientras en 1993 más del 80% de las exportaciones provenían de las zonas francas, en el 2016, este porcentaje disminuyó hasta situarse en 56% del total exportado”, señalan.
Explican que en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), las exportaciones de zonas francas de exportación pasaron de más del 20% del PIB (1993) a representar sólo el 7.7% en el año 2016, en tanto que “las exportaciones nacionales han evolucionado de tal modo que su relevancia es mayor en la actualidad, representando alrededor el 44% de las exportaciones totales.