Es inaceptable que por la muerte de 14 niños en el hospital Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia no se haya identificado un responsable, como si se tratase del deceso de especímenes raros y que la ciudadanía no merece ningún tipo de explicación por el caso que ha conmovido a gran parte de la población en República Dominicana y el exterior.
Fueron catorce niños que murieron y las autoridades de Salud Pública han enfocado su defensa en decir que los fallecimientos no se produjeron por la construcción que se realiza en el más grande centro de maternidad de Santo Domingo.
El Colegio Médico Dominicano (CMD), denunció que los decesos fueron producto del hacinamiento y «falta de recursos» en el hospital y su presidente, Waldo Ariel Suero, informó de la muerte de los recién nacidos entre el viernes y el domingo lo acusó una situación «que raya lo infrahumano»; pero, las autoridades lo niegan, alegando, según el director del Servicio Nacional de Salud, Nelson Monegro, que se trató de «situaciones mórbidas extremas» de los pacientes.
«Son niños que no debieron morir, que debieron salvarse en su gran mayoría de haber existido las condiciones mínimas para la atención pero, por la falta de recursos de este hospital, siguen falleciendo cada día», sostuvo Suero.
El facultativo afirmó que «existe una situación de hacinamiento que raya lo infrahumano, lo que genera maltrato involuntario a los enfermos debido a que el personal médico está atendiendo a otros pacientes en condiciones en las que perdemos el respecto a su dignidad, exponiendo nuestro ejercicio como profesional a las demandas médicas».
La situación está tan al límite que «tenemos tres y cuatro madres de parto en una sola cama, no hay baños que valgan la pena, con mucha precariedad, no hay donde dormir decentemente, mala alimentación, no hay condiciones para la docencia».
Para ejemplificar el estado del centro, subrayó que solo están en funcionamiento tres quirófanos de los 10 que posee el hospital. Además, los que se están usando tienen «mucha precariedad».
«No tenemos oxímetros, las máquinas de anestesia tienen escapes de oxígeno, las camillas no dan posiciones adecuadas a la hora de asistir a una paciente y en el área de perinatología se ha disparado la mortalidad, con un hacinamiento de hasta cinco recién nacidos en un cunero».
En la maternidad La Altagracia «faltan lámparas de calor y las incubadoras son insuficientes para el ingreso de los recién nacidos que necesitan ir a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal, lo que ha provocado que muchos niños que deben estar en una incubadora no encuentren espacio y mueran por enfriamiento fuera del área».
Las autoridades han mostrado una defensa innecesaria y su deber es asumir la responsabilidad y brindar el servicio para lo cual fueron nombradas; esto no se trata de un enfrentamiento personal, sino de vidas humanas que se están perdiendo por la falta de recursos en los hospitales.
11 mueren en La Angelita
La muerte de 11 niños en el hospital Robert Reid Cabral en el año 2014 hizo saltar del cargo al mismísimo ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo Núñez.
En esa ocasión, una investigación determinó que el sistema central de oxígeno sufrió una avería y los dos ascensores estaban dañados, lo que retrasó la instalación de tanques con el gas.
Mortalidad infantil
Con un registro oficial de 106 muertes por cada 100 mil niños nacidos vivos, la mortalidad materna en República Dominicana está por encima del promedio de los países de la región, que es de 80 fallecimientos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), reconoció los avances en la baja de la mortalidad materna y dijo que si se mantiene la tendencia, en seis años, el país podría lograr cumplir con los Objetivos del Milenio.
Siete años atrás la mortalidad era de 140 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
Como medidas para mejorar la situación, Unicef sugirió que se aumenten las Unidades de Atención Primaria (UNAP), que permita a las embarazadas atenderse de manera oportuna en ellas y evitar que deban trasladarse a los grandes hospitales. Mejorar los servicios de calidad y que las madres exijan saber sobre sus chequeos médicos, así como empoderarse del proceso, es otra de las sugerencias que hace la representante del Unicef.
Entre las causas principales de la mortalidad materna e infantil están la hipertensión, hemorragias, baja calidad en atenciones médicas y falta de equipos de salud.