Seguidores del Gobierno de Venezuela irrumpieron este miércoles en la sede de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, dejando tres diputados y dos empleados heridos, de acuerdo con testigos de Reuters.
La invasión del recinto legislativo en el centro de Caracas, otro episodio de convulsión en el atribulado país que ha estado sumido en protestas casi a diario desde abril, ocurrió al término de una sesión especial por el Día de la Independencia.
«Entraron armados, haciendo tiros, entraron con piedras, entraron con palos, atracaron a una cantidad de personas», dijo a periodistas el diputado opositor Tomás Guanipa.
Imágenes de televisión mostraron a dos legisladores de oposición con sus rostros bañados en sangre.
Testigos de Reuters confirmaron que algunos de los que ingresaron al Parlamento tenían palos, tubos metálicos y piedras mientras se escuchaban detonaciones y explosiones -posiblemente de fuegos artificiales- y pidieron a los camarógrafos dejar sus cámaras en el suelo.
No quedó claro de inmediato qué pretendieron los seguidores del Gobierno con su irrupción, que duró menos de media hora.
Poco después, la Asamblea Nacional aprobó en una sesión plenaria la convocatoria a una consulta popular el 16 de julio para preguntar a los venezolanos, entre otras cosas, si quieren adelantar los comicios presidenciales previstos para fines del 2018.
El presidente Nicolás Maduro, que cuando ocurrió el episodio participaba de un desfile militar en conmemoración del Día de la Independencia en otro punto de la ciudad, condenó los hechos de violencia y ordenó investigarlos.
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marical
06/07/2017