El martes 4 de julio el equipo multidisciplinario del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente se trasladó hasta el lugar donde reside la señora Aquilina Concepción, de 94 años, específicamente en la calle José Meriño de sector Guerra, provincia Santo Domingo Oeste, quien vive sola y padece varios problemas de salud.
El equipo del Conape, por orden de la directora ejecutiva Nathalie María, asistió de inmediato a la adulta mayor en términos de salud, nutrición y acompañamiento legal.
La señora Aquilina Concepción padece problemas de presión, desgaste en los huesos, daños en la cadera y pierna izquierda, situación que le impide caminar y le mantiene postrada.
Según su hija, Benita Rodríguez Concepción, la adulta mayor no suele hablar pero cuando lo hace se manifiesta de manera clara y coherente.
La encargada del departamento legal del Conape, Carmen Ortiz, procedió a citar inmediatamente a los hijos e hijas de la señora Aquilina para exigirles que asuman la responsabilidad de cuidar a su progenitora.
EL Conape entregó raciones alimenticias, proteínas y pañales desechables a la adulta mayor.
Este caso fue fruto de una denuncia que realizó la periodista María Elena Núñez en el programa El Sol de la Mañana y el Conape asistió a la residencia donde se encontraba doña Aquilina dando así rápida respuesta.
Doña Aquilina tuvo 14 hijos y sólo ocho de ellos viven
El Conape junto a los familiares de la envejeciente, establecieron las reglas de cuidado y seguimiento para la señora.
En ese mismo tenor, y atendiendo una denuncia realizada a través de las redes sociales, el equipo multidisciplinario del Conape se trasladó hasta Mata de Palma, El Seibo, para asistir a dos envejecientes de 107 y 80 años respectivamente, que se encontranban en estado de abandono.
El Conape intervino y fueron rescatados y reubicados en casa de otro pariente que reside en la calle Molino #52, en San Pedro de Macorís.
La directora del Conape, Nathalie María, designó este caso a la coordinadora con asiento en San Pedro de Macorís, Marian Hernández, para el debido seguimiento.
Ambos adultos mayores, madre e hijo, recibieron las atenciones debidas y se les suministró proteínas y porciones alimenticias.
