Horas antes de salir a trabajar en la noche del día de la Independecia el pasado martes por la noche, Miosotis Familia se despidió de sus hijas sin sospechar que las estaba viendo por última vez.
Génesis Villella (20) contó en entrevistas con medios locales cómo fue el momento previo a que su madre, de ascendencia dominicana, abandonara el domicilio para ser cruelmente asesinada mientras patrullaba en El Bronx. Tal y como hacía antes de irse a trabajar, la oficial Familia dedicó un beso y un abrazo a Génesis, que quiso saltarse la rutina aquel día.
“Le pregunté si me podía dar otro abrazo, y se dio la vuelta para abrazarme con fuerza de nuevo”, confesó emocionada. “Nos dijimos la una a la otra que nos queríamos“.
Familia, madre de tres hijos, acostumbraba a recordar a Génesis, Peter y Delilah lo mucho que las quería, según contó la mayor de ella. Peter y Delilah, gemelos de 12 años, no han parado de llorar desde que supieron que Alexander Bonds (34) se acercó a la ventanilla del copiloto del carro patrulla para disparar en la cabeza a Miosotis en un “ataque sin provocación”, mientras la agente, que llevaba 12 años en NYPD, actualizaba los reportes de la noche en su cuaderno, pocos minutos antes de terminar su turno, para regresar a su casa.
“Siempre le decía lo agradecida que estoy porque fuera mi madre”, dijo Génesis. “Mis hermanos y yo estábamos enamorados de ella“.
Génesis solía hablar por FaceTime con Miosotis cada noche, según admitió. Ahora, le tocará empujar del carro familiar para seguir con sus vidas en un camino que ya comenzó a pavimentar Miosotis hace años asegurando que la familia siempre iba primero y se mantenía unida pasara lo que pasara.
“Es duro, pero nos tenemos los unos a los otros”, dijo orgullosa en referencia a sus hermanos.
Los tres y el resto de la comunidad neoyorquina que se vio azotada tras el fatídico anuncio podrá honrar a Familia en el funeral que se llevará a cabo este martes en la iglesia World Changes Concourse de El Bronx a las 10 de la mañana.