Una comisión de la Cámara baja rechazó que el Supremo Tribunal Federal juzgue al presidente de Brasil, Michel Temer, acusado de actos de corrupción.
El voto no es vinculante, por lo que el pleno de la Cámara debe tomar una decisión sobre el tema.
Según la ley brasileña, dos tercios de los 513 miembros de la Cámara baja deben aprobar la acusación contra Temer para que pase a la Corte Suprema. Entonces, el máximo tribunal debería decidir si acepta someter a juicio al mandatario.
Temer fue acusado el mes pasado en la trama de sobornos que involucra a JBS SA, la mayor empacadora de carne del mundo. El fiscal general Rodrigo Janot alega que el mandatario acordó recibir un total de 38 millones de reales (11.850 millones de dólares) en sobornos de JBS.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, dijo que el pleno votará la denuncia de corrupción contra Temer el 2 de agosto. «Espero que para esa fecha en la noche este tema esté solucionado», sostuvo Maia.
Aunque el respaldo a Temer en el Congreso ha menguado, se espera que el pleno de la Cámara baja rechace la acusación.
Janot, sin embargo, dijo que espera presentar al menos otros dos cargos de corrupción contra el presidente en las próximas semanas.
Varios legisladores han dicho a Reuters que si se ven obligados a votar en varias oportunidades para proteger al impopular presidente de un juicio, las posibilidades de que uno de los cargos sea aceptado por la Cámara baja aumentarían enormemente.
Temer, quien asumió el año pasado en reemplazo de Dilma Rousseff tras el juicio político a la presidenta, sería apartado del cargo por al menos 180 días si es enjuiciado ante la Corte Suprema. Maia ocuparía temporalmente el cargo en ese caso.