Por Miguel Cruz Tejada
Nueva York.- El dominicano Leopoldo Belén, alias “Blas” y “Negro”, de 36 años de edad, fue sentenciado en la Corte Superior de Providence en Rhode Island a cadena perpetua por violación sexual a su novia y darle una brutal paliza, porque ella se fumó el último cigarrillo que le quedaba.
El incidente ocurrió el primero de abril de 2014 y fue declarado culpable, por un jurado en un juicio que concluyó el 3 de abril de este año, de cuatro cargos por agresión sexual en primer grado.
La víctima, entonces de 21 años, declaró que cuando los dos se despertaron en su apartamento de Woonsocket ese día de abril de 2014 y Belen descubrió que había fumado su último cigarrillo, se enojó y se violentó, y la arrastró al baño, donde le propinó la paliza y luego la violó varias veces.
Durante un momento en que Belen se distrajo, la mujer escapó y bajó las escaleras. Llevaba sólo una sábana, tocó a la puerta de un vecino, quien la dejó entrar y llamó al 911. Belen fue arrestado ese mismo día.
En la sentencia del lunes, se le ordenó no tener contacto con la víctima, someterse a consejería para delincuentes sexuales y registrarse como un delincuente sexual por el resto de su vida, si fuera puesto en libertad condicional, informó la oficina del Procurador General Estatal en un comunicado de prensa este lunes.
Los archivos muestran que Belen aparte de la causa por violación también se enfrenta a un juicio en la muerte de un hombre de 78 años de edad en una invasión a la casa de la víctima el 5 de octubre de 2013 en el 122-124 de la calle Ontario en Providence. Él se ha declarado inocente de 13 cargos en la muerte de Delor M. Cabral (Dean) y de los golpes a Jonathan Angilly, inquilino de Cabral.
El dominicano Joel G. Valdez, que se declaró culpable de asesinato en segundo grado en la muerte de Cabral, dijo a los investigadores que él y Belen habían planeado robar a Angilly, con la esperanza de obtener marihuana, dinero y narcóticos.
Cuando Cabral trató de ayudar a Angilly, Belen le dio un puñetazo, lo golpeó con la cacha de una pistola, pateó al hombre mayor y le pisoteó la espalda, dijeron los fiscales. Cabral quedó paralizado y murió días después de complicaciones por traumatismos en cabeza y el cuello.
Angilly había identificado al atacante de Cabral como Wilbert Richardson, un instalador de pisos y padrastro de tres. Richardson pasó 10 meses en la cárcel y ocho meses en el confinamiento del hogar antes de que él fuera descargado de las acusaciones por el crimen.