Cándida Figuereo Figueroa
Aplaudir lo que está bien en un lapso de gobernanza no siempre encuentra apoyo de quienes en vez de ayudar prefieren criticar, interrumpir.
En esos casos se sigue hacia delante sembrando de manera positiva en todos los órdenes posibles, pero básicamente donde más se necesite. Así está ocurriendo.
Es posible que los mezquinos no aplaudan cuando lo estás haciendo bien. Cuando eso ocurre, con más ahínco se debe seguir adelante sin desmayar.
Estimular para que cada quien saque provecho de lo bueno que está en nuestras narices, pero no lo percibimos porque nunca ha sido fácil. Cuando se ayuda en ese sentido lo menos que se puede es ser agradecido.
En países como el nuestro, bendecido por Dios, es positivo aprovechar las áreas agrícolas. Todo estímulo al respecto vale la pena.
Es frecuente ver en zonas rurales casas con grandes patios repletos de hierbas o desperdicios diversos que afean el entorno, en lugar de tener plantas comestibles o flores.
Estimular la siembra es altamente positivo y necesario. De ahí que las visitas sorpresa son una especie de estímulo que permite que los productores apliquen los avances de la ciencia y la tecnología en la medida de lo posible.
Se estima en 178 las visitas realizadas en diversos lugares y un total de 1,259 proyectos y un presupuesto ejecutado de RD$ 26, 240,785, 476.
Estimular es pertinente porque se ayuda y orienta a que los interesados lo hagan mejor en el renglón que consideren factible.
Lo estás haciendo bien y eso es lo que importa por el beneficio a favor de quienes desean echar adelante y se maravillan con las visitas sorpresa por el apoyo que brinda. Amén.