El presidente Donald Trump decidió poner fin al programa que le da acceso a permisos de trabajo a quienes ingresaron ilegalmente a Estados Unidos siendo niños, pero le dará al Congreso hasta seis meses para que encuentre una legislación alternativa, dijeron el domingo dos fuentes conocedoras del tema.
Trump decidió retrasar la entrada en vigencia de su decisión de poner fin al programa Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), que protege a cerca de 800.000 jóvenes de la deportación, para dar tiempo a los legisladores a impulsar una ley que lo reemplace, sostuvieron las fuentes.
El programa también autoriza a los beneficiados, conocidos como “Dreamers”, a pedir permisos de trabajo.
La decisión, que será anunciada el martes, busca aplacar a las dos partes en el debate migratorio en momentos en que Trump también debe lidiar con el programa nuclear de Corea del Norte y la recuperación de Houston tras el paso del huracán Harvey.
Cuando era candidato Trump prometió dejar sin efecto el programa de inmediato, pero una vez en la Casa Blanca encontró una férrea oposición que incluye a miembros de su propio partido republicano. El líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, instó el viernes a Trump a no derogar el programa creado bajo el mandato de su predecesor, el demócrata Barack Obama.
La base que respalda a Trump seguramente no estará contenta con la decisión que se anunciará en la semana. Durante la campaña, el candidato convirtió a la inmigración ilegal en un tópico central de su discurso y, desde que asumió el poder en enero, la cantidad de deportaciones aumentó con fuerza.
Pero los empresarios dicen que los inmigrantes hacen una contribución económica importante y destacan que poner fin al programa impactaría el crecimiento.