Mientras las relaciones con Estados Unidos se enfrían por los misteriosos ataques a sus diplomáticos en La Habana, Cuba estrecha los lazos con su viejo protector durante la Guerra Fría: Rusia.
“El mensaje de [Vladimir] Putin no es difícil de entender”, opinó Richard Feinberg, experto del Brookings Institution y ex funcionario encargado de la política latinoamericana en el gobierno de Bill Clinton. “Putin anhela recuperar la gloria imperial pasada y las relaciones con Cuba siguen ese mismo patrón”.
Raúl Castro fue recibido por Putin en el 2015 y su posible sucesor, el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel en el 2016, pero tras la elección de Donald Trump el ritmo de los contactos ha sido frenético.
Una semana antes de reunirse con el secretario de Estado Rex Tillerson para tratar el tema de los ataques a los diplomáticos, el canciller cubano Bruno Rodríguez fue recibido por su homólogo ruso Serguei Lavrov el 20 de septiembre, en una reunión al margen de la Asamblea General de la ONU. La conversación fue “confidencial”, indica el comunicado de prensa publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.
Más preguntas generó un viaje a Moscú de Josefina Vidal, la principal negociadora con Estados Unidos, quien se reunió el 26 de julio con el vicecanciller Serguei Ryabkov. Dos días antes, Vidal, quien dirigía el Departamento de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) había sido nombrada embajadora en Canadá, aunque hasta el día de hoy no ha ocupado el cargo.
La reunión se celebró cuando ya Estados Unidos había expulsado a dos diplomáticos cubanos y unos días antes de hacerse públicos los ataques a una veintena de diplomáticos estadounidenses en La Habana, en los que no se ha descartado la participación de un tercer país.
Según se desprende del comunicado del MINREX, la reunión tenía como objetivo intercambio de información relacionada con Estados Unidos.
“Durante el cordial encuentro, las partes constataron el desarrollo ascendente de las relaciones de amistad entre Cuba y Rusia”, dice el texto. “Posteriormente, tuvieron lugar las Consultas Políticas Intercancillerías entre el Departamento de América del Norte y Canadá y la Dirección General para Estados Unidos de las Cancillerías rusa y cubana, respectivamente”.
El embajador cubano en Moscú también ha tenido una agenda inusualmente apretada estos meses. Además de estar presente en las reuniones de otros funcionarios y ministros cubanos con diplomáticos rusos, se ha reunido al menos cinco veces con el vicecanciller Ryabkov en lo que va de año, según informaciones publicadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
Funcionarios rusos —entre ellos militares— también han realizado visitas frecuentes a La Habana. En diciembre, a solo días de las elecciones en Estados Unidos, Rusia selló un acuerdo para modernizar el ejército cubano.
Todo este movimiento entre Moscú y La Habana este año ha resultado además en una mayor presencia económica rusa en la isla.
El gobierno de Vladimir Putin parece ir al rescate de su antiguo aliado, que ha perdido parte del valioso suministro de petróleo a precios preferenciales provenientes de Venezuela, sumida en su propia crisis.
La empresa rusa Rosneft anunció la semana pasada planes de aumentar el envío de petróleo a la isla. En marzo pasado había firmado un acuerdo con la estatal cubana Cubametales para enviar 250,000 toneladas de crudo y diésel, y compensar la disminución del petróleo venezolano.
Pero es posible que el gobierno de Nicolás Maduro esté involucrado y que el envío de petróleo a Cuba sea parte de un acuerdo entre Rosneft y PDVSA, señala Jorge Piñón, director del Programa sobre Energía de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas.
El presidente de Rosneft, Igor Sechin habría discutido con el ministro de Energía y Minas, Alfredo López, otros proyectos de extracción conjunta y la posibilidad de modernizar la refinería de Cienfuegos, operada en conjunto entre la cubana CUPET y la venezolana PDVSA.
Expertos señalan que la economía rusa también ha sufrido bajo las sanciones de Estados Unidos y Venezuela está en uno de sus peores momentos. Pero Putin ha dejado claro su interés geopolítico en el área. El envío de petróleo a Cuba es “una acción para causar malestar en la administración del gobierno de Estados Unidos”, opinó Piñón.
Una mayor presencia de potencias hostiles como Rusia, Irán o incluso China en Cuba —y América Latina— ha sido uno de los argumentos usados para intentar convencer al gobierno de Trump de no deshacer la política de acercamiento iniciada por Barack Obama.
El gobierno de Trump “genera a propósito relaciones tensas con nuestros vecinos. Eso crea espacios para otros poderes como Rusia, China y Venezuela, y para que fuerzas globales del caos encuentren mayor hospitalidad en América Latina”, señaló Feinberg.
En septiembre, el vicepresidente y ministro de Economía cubano, Ricardo Cabrisas, logró la firma de un paquete de acuerdos en la rama de la energía, el transporte ferroviario y el suministro de elevadores, que se suman a otros acuerdos ya pactados.
“Desde el punto de vista de los cubanos, ellos están buscando diversificar sus relaciones”, dijo Feinberg. “Como unas relaciones económicas más cercanas con Estados Unidos no parecen probables al menos en los próximos años, ellos están buscando aliados alternativos, sobre todo de países con estados fuertes como Rusia y China que puedan ofrecer facilidades de pago favorables, algo muy bienvenido en una economía con malos estándares de crédito internacional”.
Aunque el volumen de comercio con Rusia no se acerca al que tiene la isla con China y Venezuela, sus principales socios en ese sector, ascendió a $176.2 millones durante el primer semestre de este año, un incremento del 72.9 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior, reportaron medios rusos.
En abril, Rusia ofreció financiar $1.5 millones en proyectos de la ONU en Cuba para la recuperación por el paso del huracán Matthew y luego se comprometió a apoyar las labores de recuperación tras los destrozos causados por Irma.
El número de eventos culturales y deportivos auspiciados por Rusia en Cuba también han ido aumentando y los medios de comunicación rusos y cubanos siguen líneas editoriales similares. Recientemente, la agencia de noticias de Cuba, Prensa Latina, con una oficina en Washington, y la agencia de noticias rusa Sputnik firmaron un acuerdo oficial de cooperación.