Por: Balbueno Medina
Desde que asumió la dirección del Plan Social de la Presidencia la señora Iris Guaba, las denuncias contra su gestión han llovido por parte de sectores vulnerables que demandan los servicios de esa institución por las carencias en que viven.
Cientos de Organizaciones No Gubernamentales que realizan una labor social importante en los barrios del gran Santo Domingo y el interior del país, que recibían algún tipo de ayuda para auxiliar a personas necesitadas, han sido excluidas de los programas sociales que mantiene esa institución los que les ha impedido desarrollar sus actividades de manera normal.
Sin embargo, han denunciado que ONGs que son manejadas por dirigentes políticos afines a los intereses de la señora Guaba han sido favorecidas con la entrega de alimentos y ayudas que no llegan a los sectores necesitados de los barrios y comunidades que demandan de la ejecución de programas sociales por las condiciones de pobreza en que viven sus moradores.
De igual manera, los trabajadores sociales se han quejado de que la señora Iris Guaba no hace caso a las fundaciones serias que les formulan planes destinados a enfrentar la vulnerabilidad que padecen sectores del gran Santo Domingo, que han mostrado interés en trabajar unidas al Plan Social de la Presidencia para atenuar las precariedades en que viven sus gentes.
Lo cierto es que lo que acontece en el Plan Social de la Presidencia es visto con mucha preocupación por quienes trabajan de cerca a las comunidades de nuestro país el tema social y se precisa de una explicación clara y contundente por parte de la incumbente de esa institución por la gravedad de las cosas que se han denunciado en su contra.
Las inconformidades del sector de las ONGs que trabajan el tema social en Republica Dominicana se ven agravadas con las denuncias que se han hecho más recientemente con la violación a la Ley de Compras y Contrataciones y al presupuesto que maneja esa dependencia estatal respecto a las compras que realiza para destinarlas a los programas sociales que debe llevar a cabo en todo el país.
Con la medida de autorizar la compra de bienes y servicios fuera del presupuesto y sin contar con los recursos necesarios para cumplir con el pago correspondiente, tal y como dispuso el gobierno, las actuales autoridades del Plan Social de la Presidencia, no solamente han cometido violaciones flagrante contra la Ley de Presupuesto y Compras y Contrataciones, sino contra la disposición administrativa que aprobó el Consejo de Gobierno que obliga a todo funcionario público a reservar los recursos con que debe adquirir cualquier compra que desee hacer para la institución que dirige.
Lo que se observa en el comportamiento de la directora del Plan Social de la Presidencia es una clara independencia que se ha atribuido en el manejo de sus funciones, las cuales debe desempeñar de manera prístina y convincente frente a quienes conocen del trabajo social y la sociedad dominicana que es a quien debe rendir cuentas, además de al presidente de la Republica.
Si en el Plan Social de la Presidencia quisieran hacer un trabajo serio que llegue verdaderamente a los sectores más necesitados de la población dominicana, deberían de tomar en cuenta a las ONGs que se han quejado por la discriminación de que han sido objeto por parte de sus autoridades, luego de que se compruebe el trabajo que realizan a favor de las comunidades y no por acercamientos políticos como acontece ahora.
Ese Plan que es una importante iniciativa del gobierno necesita ser mejor reorientado en sus funciones, porque sus programas deben ir destinados a enfrentar la pobreza sin colores partidarios, debido a que la miseria golpea de igual manera a todos los dominicanos que la padecen y la inmensa cantidad de recursos que maneja cada año debe ser compartido con las instituciones de bases que son las ONGs que trabajan el tema social en nuestros barrios y comunidades que son las que tienen el contacto directo con los que padecen ese flagelo.
La forma particular, unipersonal e independiente con que se ha venido manejando el Plan Social de la Presidencia, ha desvirtuado el papel de esa dependencia del Estado, por lo que se requiere de una rápida intervención del presidente de la Republica, ya sea destituyendo a su titular o tomando medidas extremas de disciplina, para que se pueda reencausar por el sendero que le dio origen y que de seguro el presidente Medina quisiera que siga para beneficio de la sociedad dominicana en sentidlo general.