Solo con un papelito se podría saber si los alimentos están descompuestos y así evitar comerlos.
La creación de etiquetas inteligentes que pueden determinar cuándo se echó a perder un alimento está cada vez más cerca, lo que derivaría en la reducción de enfermedades, para empezar.
Investigadores de la Universidad Clarkson, en EE.UU., han desarrollado etiquetas con sensores de bajo costo, portables y hechas con papel que esperan puedan detectar el momento en que la comida se pudre, autenticar el té y el vino e incluso identificar nuevas plantas medicinales en selvas lejanas.
Estos resultados fueron revelados en la ‘National Meeting & Exposition of the American Chemical Society’, la sociedad científica más grande del mundo, reseña una publicación del portal Infobae.
Su uso es más simple que los demás sensores en actual desarrollo y eso significa que los usuarios no tendrán que añadir otros químicos a la prueba.
También significa que los sensores de papel pueden diseñarse para detectar sustancias dañinas. (F).
