Ciudad de México.- La noche del lunes 28 de noviembre de 2016 la tragedia ensombreció al futbol.
Un modesto equipo brasileño surgido de Chapecó, ciudad ubicada al oeste del estado de Santa Catarina, vivía las horas previas al partido más importante de su historia, pues contra todo pronóstico se había instalado en la Final de la Copa Sudamericana, donde enfrentaría al Atlético Nacional.
Bajo el lema “Sin grandes nombres pero con mucho corazón”, el Chapecoense viajaba rumbo a Colombia, cuando a las 22:15 horas locales, el vuelo 2933 de LaMia (LMI2933) se estrelló en Cerro Gordo, una colina ubicada en La Unión, a cinco minutos del aeropuerto José María Córdova de Medellín.
Surgieron innumerables versiones respecto a los motivos que originaron el desplome de la aeronave, pero días después de la tragedia se supo que justo cuando el avión estaba descendiendo, sonó la alarma para avisar a los pilotos que tenían 20 minutos para aterrizar antes de que se terminara el combustible, debido a una fuga del mismo.
En total viajaban 77 personas entre futbolistas, cuerpo técnico, periodistas, invitados y la tripulación, y solo sobrevivieron seis: los jugadores Alan Ruschel, Jakson Follmann y Neto; el periodista Rafael Henzel; Ximena Suárez, azafata y modelo; y Erwin Tumiri, mecánico del avión.Unas 200 personas visitan cada fin de semana el antiguo Cerro Gordo donde ocurrió la tragedia.
Las historias alrededor de la tragedia le dieron la vuelta al mundo. Desde la del portero y figura del equipo, Danilo, quien llamó a su esposa antes de morir para pedirle que mantuviera a su hijo Lorenzo cercano al futbol; hasta la de Boeck, tercer arquero, que pidió permiso para no viajar, pues era su cumpleaños y decidió celebrarlo con su familia al tener escasas posibilidades de siquiera salir a la banca en la Final.
Las muestras de solidaridad alrededor del mundo por la tragedia no se hicieron esperar y días más tarde la Conmebol decretó al Chapecoense como Campeón de la Copa Sudamericana 2016.
Futbolistas de la talla de Ronaldinho se ofrecieron a abandonar el retiro para jugar sin cobrar en el ‘Chapecó’, que, semanas después de lo ocurrido inició su reconstrucción con la contratación de nuevos jugadores.
La temporada del club tuvo momentos emotivos, entre ellos un partido amistoso frente al FC Barcelona en el Camp Nou, pese a la derrota por 5-0.
Vagner Mancini se quedó como director técnico, pero nueve meses después, debido a los pobres resultados del equipo, fue despedido y llegó Vinicius Eutropio.Lionel Messi se deshace de la marca de Moisés Riveiro
En Brasil, la liga le ofreció inmunidad al club en la lucha por el no descenso ante la desventaja de armar un plantel prácticamente nuevo, pero el equipo la rechazó y sus aficionados lamentaron la decisión porque la posibilidad de perder la categoría era real.
Fue apenas el pasado 17 de noviembre que el Chapecoenselibró el descenso de la máxima categoría del futbol brasileño, casi un año después del accidente aéreo que cobró la vida de 19 de sus jugadores en Colombia.
El conjunto del sur de Brasil venció en casa 2-1 a Vitoria para garantizar su estancia en Primera División por quinta temporada consecutiva.
Así las cosas a un año de que el balón lloró. El club anunció que no conmemorará el primer aniversario del accidente por respeto a los familiares de las víctimas, aunque las puertas de la Arena Condá, casa del equipo, estarán abiertas para los aficionados que deseen rendir homenaje y dejar veladoras y flores en el lugar.