Los niños pequeños de Estados Unidos siguen viendo anuncios de comida y bebida en la televisión, aunque las compañías alimentarias importantes habían prometido no dirigirse a los preescolares, según un estudio reciente.
Los expertos afirman que los niños menores de 6 años no pueden distinguir entre un anuncio y otros tipos de información, y por tanto no se les debería exponer a ningún anuncio.
En 2006, varias compañías importantes de comida y bebida y restaurantes de comida rápida se comprometieron voluntariamente a evitar anunciar sus productos a niños menores de 6 años.
Pero el nuevo estudio del Centro Rudd de Políticas Alimentarias y Obesidad de la Universidad de Connecticut encontró que los niños de 2 a 5 años de edad siguen viendo anuncios de televisión de estas compañías a diario (un promedio de 1.6 al día), porque ven programas y cadenas que también son populares entre los niños de mayor edad.
El estudio encontró que estos anuncios de comida y bebida son tan atractivos para los niños menores de 6 años como lo son para los de 6 a 11 años de edad.
Los niños en edad preescolar también tenían menos probabilidades de haber probado los productos anunciados antes de ver los anuncios, lo que, según los investigadores, les hace ser más propensos a ser influidos por dichos anuncios.
«Las compañías de alimentos y los medios de comunicación que emiten una programación infantil deberían hacer más por proteger a niños pequeños de los anuncios que se aprovechan de su vulnerabilidad», indicó la autora principal del estudio, Jennifer Harris, directora de iniciativas de mercadeo en el centro.
«Como mínimo, las compañías alimentarias no deberían poner anuncios durante la programación en la que sea probable que los niños menores de 6 años vean los anuncios, independientemente de si los niños de mayor edad también los están viendo», dijo en un comunicado de prensa de la universidad.
«Las compañías de los medios de comunicación que emiten programación infantil en la televisión también deberían tomar medidas, como la iniciativa de la Walt Disney Company de establecer unos estándares de nutrición para los anuncios dirigidos a los niños en sus cadenas», dijo Harris.