Meditabundo: ¡Qué magnífico-saludable es amar!

Nuestro padre era muy sonriente, súper amistoso y amoroso. En la escuela de Evangelización Juan Pablo II una noche pensando en Jesús y su consejo: “Ámense como yo os he amado”. Recordé a papá. “Encendí la lámpara y escribí esto que vas a leer, recordando a mi siempre presente papá”.

Tú estás aquí, nunca te alejas, yo no te veo, pero te siento. Sabes, Jesús nos habla del amor y me parece que tú estás escuchándolo. Pero soy yo que te digo: “El amor no hace sentir solo. El amor invita a ser libre, alejarlo de todo lo malo, como tú nos enseñaste y deseas sean siempre agradables, el amor es el reír del alma. No lo olvido”.

Nada hay más satisfactorio y más fuerte, más alto, más noble, más completo, nada le falta y es lo más perfecto. Es el amor, esa dedicación, es ley de nuestra creación, viene en nuestra naturaleza, es ley de Dios.

Cuando se ama se libera, no hay alturas. Se da todo por el todo, las realizas. Esas son las cosas que invitan a ayudar, salvar la vida de todos, la familia, la Patria. Es la obligación de todo ser humano.

Me permito invitarlos que en voz alta digan con fuerzas, como rezando: “El verbo amar”.

Consérvese bueno…

• El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana

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