Comemos menos fruta que antes. Para muchos es más práctico abrir un paquete de galletas que pelar y trocear un kiwi.
Esto no significa que se produzca poca fruta ni que escasee en el mercado, sino que no está tan a la vista ni al alcance de las personas como otros alimentos. En muchos hogares se ha perdido la sana costumbre de tener un frutero a la vista, con piezas de fruta al alcance de la mano.
Hay muchos modelos de fruteros en la actualidad. Por lo general son alegres y de vivos colores, pero, a veces, hacen más de elementos decorativos. Tener uno es un buen comienzo en la búsqueda de una mejor alimentación. Tener fruta en su punto óptimo, cerca y a la vista en fruteros en los sitios habituales donde se come hará que los niños, siguiendo nuestro ejemplo, puedan comerlas. Y si se tienen dos fruteros con fruta fresca y un tercer cuenco con frutos secos, mejor todavía. (F)