Mohamed Salah. El nombre del día y, de momento, de esta eliminatoria de la Champions League.
El delantero egipcio fue el artífice absoluto de la goleada de la Roma, el mismo equipo que eliminó al Barcelona, que les ha dejado con pie y tres cuartos en la final de Kiev. Anfield disfrutó de dos golazos y dos asistencias en una memorable actuación del egipcio.
La Roma duró media hora. Hasta que Firmino y Mané se pusieron a las órdenes de Salah, que con un golazo por la escuadra desde el pico del área grande puso el 1-0. A los diez minutos, segundo gol del egipcio, y segundo golazo: carrera desde el mediocentro, balón picado sobre Allisson y 2-0 en el marcador. Anfield se caía por su ídolo, y la rumorología de los fichajes empezó a ponerse efervescente.
En la segunda mitad, el abuso de Salah sobre la Roma cambió de guión: de goleador, a asistente. Primero, a Mané, al que le dio un enorme balón desde el fondo del campo, y después a Firmino, rozando el fuera de juego. Con 4-0 en el marcador, aún hubo tiempo a más: el hundimiento de los de Florenzi permitió que el propio Firmino cabeceara la pelota ahí donde Allisson no llegó para poner el 5-0.
Sin embargo, esta Champions no es apta para cardíacos. Cumplido el minuto 80, la Roma decidió que no se iba a dar por muerta. Dzeko aprovechó un gran balón de Nainggolan para ganarle la espalda a la defensa ‘red devil’ para poner el 5-1 y un inocente Milner paró con el brazo un disparo en la frontal, propiciando un penalti que permitió a Perotti anotar el 5-2 y dar un hilo de vida a la Roma para la vuelta. Visto lo que ha pasado en esta edición de la competición europea, con el 5-2 no se puede dar por muerto al equipo italiano.