El dominicano reclama, reclama, seguridad, salud, educación no corrupción e impunidad. Los años entre los hombres indican algo o mucho no está en la justa razón. Esto inquiera las más que oxidadas neuronas. Pero, aun algo presenta, es de los Pitagóricos que grabaron. “Los que estaban en acuerdo con la ley intemporal, universal, no era conveniente, concordante. Algo grande, vacío dentro del plano de la armonía. La maldad, el odio en todos los aspectos”.
Debe cuestionarse, nada detendrá el espíritu cuando está herido, abusado. En el sistema observamos muchos que no recuerdan cuando con el sextante tomábamos altura a la luna para hacer los cálculos y obtener la posición del buque, esta tiene lados oscuros como los de los hombres que no muestran a nadie.
Hoy tenemos dos invitados: Francisco García Salve: “La comprensión es la sintonía de las almas grandes.
San Juan de la Cruz: “En la tarde de la vida te examinaron en el amor”.
Consérvese bueno…
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana
Meditabundo: De nuestro interior, un poco.
En esta larga travesía (90 veranos) todo lo que es aprehendido por los sentidos y constituye la materia del conocimiento humano tiene el cuidado de mantener en armonía cuerpo, mente y alma. El TODO (Dios), está ahí y el alma ejerce la razón. La pobreza nos enseñó a no necesitar, al no tener nada. El dinero acumulado es el precio de la vida del rico.
El capitán John Percival no sé qué no sabía de la vida en el mar. La acumulación infinita de singladuras era su enciclopedia del mar. Conocía la naturaleza, del firmamento utilizaba su exactitud, me recordaba al filósofo Tales de Mileto (585 AC): “El primero que se ocupa de la astronomía. Escribió dos obras sobre el solsticio y el equinoccio.- predijo los eclipses de sol.- el primero en decir el curso del sol de un solsticio a otro.- descubrió la osa mayor.- el primero en fijar como último día del mes el treinta.- inventó las estaciones del año y la división en trescientos sesenta y cinco días.”
Vivir bien es poco necesitar.
Prueba de paz es saber con quién conversar.
Como no tenemos nada, todo tenemos.
Leí que le preguntaran al S.J. Pedro Arrupe quién era Dios y contestó: EL TODO.
¿Por qué el humano no trata de ser mejor que los demás? Por no conocerse a sí mismo.
En la senectud muy frecuente recuerdo singladuras de alegría, las amargas las neuronas las borraron. Esto sin pensarlo lo estoy disfrutando. Si te dan lo que tienes que hacer, pierde libertad. Si todos están acorde conmigo, algo anda mal, me cuestiono.
La salud moral es la palabra y hechos. Si el novato falta, no lo castigues. Aconséjalo. El corrupto no anda solo, tiene un ladrón en su interior.
Si te unes al poderoso estás mal acompañado.
Si tienes y no ayudas, necesitas ayuda.
Leyes naturales son sumo bien, las creadas por los hombres son interesadas.
Al que habla alterado, algo tiene.
Si pierde la esperanza, cuando el bien cambia de costumbre.
Bueno es el que por naturaleza mira lo ajeno.
El murmullo armonioso de las alas es la melodía del viento y el mar.
El analfabetismo en la ciencia política es practicado con insaciable corruptela voracidad humana.
Los griegos llamaron Dioses a todo lo que resulta de la utilidad para la vida humana.
Las auditorías de la Cámara de Cuentas son sus “irregularidades” es realidad de espíritu cerrado servir y abierto para servirse.
Nada tengo que acusar a mi vejez. Si agradecer.
Cuando se niega ir al juez, es respuesta de culpabilidad.
¿Por qué Carlyle sentenció: “Ciencia lúgubre economía” y Carlos Mark: “La economía es la ciencia de la miseria humana”. ¿Será por la voracidad humana de no pensar en lo que tiene, si lo que quiere y a los demás ni el aire.
Consérvese bueno…
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana