Los organizadores fueron muy superiores al equipo de Juan Antonio Pizzi, que fue víctima de un acertado Denis Cherysev y un Alexandr Golovin que apunta alto.
Rusia empezó bien su mundial. Primero con una gran ceremonia inaugural plena de ritmo y música que recordó en muchas facetas a la inauguración de los Juegos en Barcelona-92, hasta con dúo entre RobbieWilliams y Aida Garifullina que recordó al de Freddy Mercury y Montserrat Caballé. Vladimir Putin, el presidente del país se mostró orgulloso en un palco que boicotearon los líderes occidentales. Luego llegó el fútbol que tampoco estuvo mal para los organizadores que debutaron con una clara victoria en un Grupo A muy igualado con Uruguay y Egipto de rivales por el pase a la siguiente fase.
Rusia salió a por el partido y tuvo la suerte de adelantarse en el marcador aprovechando la debilidad de Arabia Saudí a balón parado. Iuri Gazinskii se elevó por encima de la defensa para marca de cabeza aprovechando un excelente centro de Aleksandr Golovin, el jugador que persigue la Juventus. Se cumplía el minuto 12 de partido.
El equipo de Juan Antonio Pizzi trató de reaccionar, pero al adelantar líneas, los rusos les pillaban a contrapié, cómo y cuando querían, aunque no aprovechaban las facilidades. Sólo en una jugada embarullada en que Alan Dzagoev chocó con Omar Hawsawi, el balón cogió un raro efecto que obligó a hacer un paradón a Abdullah.
Dzagoev, KO
Rusia sólo tuvo el sobresalto de la lesión de Alan Dzagoev, pero la entrada del ‘español’ Denis Cheryshev por él, resultó un revulsivo. Fue, precisamente, el jugador del Villarreal quien decidió e partido. Fue un remate de crack, en que se deshizo de dos marcadores con una suave elevación del balón, para luego rematar con la misma izquierda con un trallazo que entró por la escuadra. Era el 2-0 que acaba con a resistencia de una Arabia muy justita, que juega bien al balón pero que tiene graves carencias como equipo, sobre todo, atrás y en jugadas de estrategia. Se van adelante en bloque y dejan mucho espacio a sus espaldas.
La segunda parte, la verdad, es que se la podían haber ahorrado. Rusia se dedicó a administrar su ventaja de dos goles, cn la esperanza de ampliar el marcador, pero sin correr ningún riesgo. Arabia siguió sin poder crear peligro, salvo un remate de Taiseer Aljassam ante la confianza de una zaga rusa que tampoco es para tirar cohetes.La gente, que llenaba el estadio, mezcla de muchas aficiones llegadas de todo el mundo, aprovecharon la coyuntura para hacer la ola. Se notó la presencia de muchos sudamericanos y centroamericanos en la grada por lo bien que la hacían. Son expertos, sobre todo los mexicanos que la instauraron en el mundial de 1986.El partido estaba aburrido y cada equipo sólo aprovechaba los errores del rival, que se repetían.
Lo arregló Arten Dzyuba que había entrado por el ineficaz Fedor Smolov, segundo mejor goleador de la Liga rusa, hizo valer su envergadura fíisica. Aprovechando otro excelente centro de rosca de Alexandr Golovin, conectó un cabezazo poderoso que batió a Abdullah y estableció el 3-0.Se cumplía el minuto 71 de partido.
Hasta el final todo parecía que iba a seguir igual, pero Denis Cheryshev que es genial a ratos, se volvió a sacar de la manga un pedazo de remate desde la media distancia en el tiempo de descuento que estableció el 4-0. Pero aún hubo más, Alexandr Golovin, quizá el mejor del partido, marcó otro golazo, de falta directa, en una ejecución maestra. Era el 5-0 final.
Rusia suma tres puntos y un interesante 5-0 que le puede ayudar a lograr la clasificación para la segunda fase. Stanislav Cherchesov supo presentar un equipo equilibrado que ató a los árabes con una presión alta que les evitó su juego de toque. Les obligó a hacerlo en largo y eso les costó salir vapuleados. El discutido Stanislav Cherchesov estuvo acertado, esta vez, en su planteamiento. Hacía mucho tiempo que no se veía un partido tan serio de Rusia, con ese acierto goleador y control de partido. Ahora, sólo les afalt ajustar más atrás, porque les crean ocasiones casi sin querer.
Por su parte, Juan Antonio Pizzi tiene trabajo por delante con un selección que devora técnicos y que ha logrado el milagro de estar presente en la fase final de Rusia 2018.
