Cada día nos envolvemos en tantos asuntos cotidianos que olvidamos cuidar de nuestra salud, situación que más tarde traerá a nuestras vidas consecuencias nefastas, remordimientos, muchísimos dolores de cabeza y gastos en consultas médicas y medicamentos.
Actualmente las personas viven muy estresadas, drenadas con situaciones que llegan, pero debemos bajar la revolución y dedicarnos atendernos nosotros, porque cuidamos a otros y dejamos cosas para luego que puede ser muy tarde.
Las mujeres que estamos viviendo una muy altas incidencias de casos de todos los tipos de cánceres, tenemos la responsabilidad de buscar el tiempo para nosotras y prestar atención a esas señales de alertas que manda el cuerpo y que muchas féminas ignoran y ni les prestan la importancia requerida.
Estuve analizando mi trajín cotidiano y decidí hacer un alto, cuidarme hasta de una forma egoísta porque con la salud no se juega, es lo más valioso que tenemos y que debemos preservar.
Estoy de acuerdo que la prevención es el primer paso para una buena calidad de vida en salud.
Descansar lo necesario, nutrirme mejor, ejercitarme, acudir a mis citas sin fallar llueve, truene o caigan rayos, es una la que tiene que protegerse, mimarse y amarse, para estar y sentimos super bien.
Vemos a personas que se veían aparentemente sanos pero no lo estaban y cuando mueren repentinamente usted dice «Pero no parecía estar enfermo/a», sí lo estaba y a esos descuidos el mismo cuerpo les pasa factura por no cuidarlo adecuadamente, es nuestro templo y avisamos de las bondades de los órganos que lo componen.
Estamos ahora y mañana quizás no pueda siquiera escribir, mañana es futuro y la salud es ahora, este presente.
Con la salud no debe jugarse y millones de personas lo están haciendo, teniendo en cuenta que los años van trayendo sus afanes, achaques y limitaciones sicomotoras, limitándonos a depender de otros, simplemente por no seguir instrucciones del doctor, no dejar hábitos perjudiciales enemigos acérrimo de la salud.
Saquemos tiempo para cuidarnos, no todo es trabajo, atender a otros y olvidarnos que también ameritamos estar bien para vivir más tiempo.
A todos nos llega la hora de partir de este plano terrenal, pero en lo que nos toca irnos, vamos a vivir en salud, porque de nada vale tener riquezas y no poder siquiera comer con tus propias manos.
A cuidarnos todos que la vida no se recicla.