El presidente de la FIFA Gianni Infantino declaró que el Consejo de la entidad rectora del fútbol mundial respalda el principio de que “los partidos oficiales de liga se disputen dentro del territorio de la respectiva asociación miembro”.
Como parte de un plan de expansión y promoción de su campeonato en Estados Unidos, la Liga pretendía que el Barcelona y Girona se midieran en Miami Gardens, Florida, el 26 de enero. Pero necesitaba del aval de las federaciones de España y Estados Unidos, además de la UEFA y CONCACAF.
La FIFA recibió solicitudes de la CONCACAF y las federaciones de España y Estados Unidos. El permiso de la FIFA para la FIFA no es obligatorio.
El presidente de la La Liga Javier Tebas impulsó la iniciativa de jugar en Estados Unidos, pero recibió el rechazo de la federación española, el sindicato de futbolistas e incluso de clubes, destacándose el Real Madrid.
En respuesta a la oposición de la FIFA, la Liga dijo que podrían recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Según un comunicado enviado a The Associated Press, la Liga señaló que “en caso que recibamos una notificación oficial de la FIFA en la que prohíben el partido, vamos a recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con carácter de urgencia”.