La pérdida de la fisonomía moral respecto a las leyes madre del orden en el sistema democrático es falsedad, inocultable y además la ausencia de la separación de los poderes ejecutivos, legislativos y judicial se debe a que no se actúa impulsado con lo que constituye el conjunto de reglas, normas de convivencia y de conducta humana que determinan obligaciones entre ellos, sus relaciones entre sí y con la sociedad.
Cuando se pierde el sistema de normas de conducta, sino, además la peculiaridad característica del perfil espiritual d las personas, de la ideología y de la psicología de una clave, de una capa social, del pueblo. La conducta objetivamente buena y justa, es el buen habito, (moral) la mala injusta, es inmoral. Es evidente vemos personas en el error considerando por bueno lo malo y viceversa nada de valoración.
¿Dónde está la actitud estimativa que presenta no solo en los juicios, sino, además en las relaciones emocionales y objetivas, en las costumbre?
¡Oh Dios! Sociedad perdida, sin juicio de valor ético sobre la conducta entre los individuos. La búsqueda, posesión del dinero mal habido ha destruido todo lo bueno de nuestro pueblo. El alma entra pérdida en la corrupción enemiga de lo más elevado y humano del precepto del amor, la hermandad y consideración del hombre por el hombre.
Hoy los dejo con un proverbio chico que lee en Taipéi Taiwán “Antes de iniciar el trabajo de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa”.
Consérvese bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana
