NUEVA YORK.- Dominicanos en el Alto Manhattan condenaron que a la recién electa senadora por el distrito 13 en Queens, Jessica Ramos, quien le ganara al recién fenecido senador quisqueyano José Peralta en las pasadas primarias demócratas se le impidiera asistir al sepelio.
Los criollos, solicitando no ser fotografiados, pero identificándose como Manuel Morales, Carlos Acevedo, Francisca de Mejía, Wilfredo Carrasco, Víctor Contreras, y Mayra Domínguez, entre otros, expresaron que quienes tomaron esa decisión no pueden merecer el reconocimiento de personas civilizadas, ni interpretan que ese es el juego de la democracia cuando se va a una contienda “ganar o perder”.
“¡No eres bienvenida! ¡No eres bienvenida!”, le gritaron repetidamente algunas personas a Ramos cuando se proponía entrar a la funeraria Joseph Farenga & Son, ubicada en el 38-08 de Ditmars Blvd, en el sector de Astoria, sintiéndose acosada y devolviéndose antes de entrar al lugar.
Sostienen que el propio Peralta en vida hubiese condenado esa acción, porque fue un hombre y funcionario de paz, trabajo, respetuoso y dedicado apoyar lo mejor para su comunidad, nunca participaría de división ni resquemor.
La senadora electora de origen colombiano, después del incidente expresó “Vine a presentar mis respetos a la familia y los seres queridos del senador”. “Es desafortunado, conozco al senador desde que era adolescente, a pesar de nuestras diferencias ideológicas en los últimos años, puedo respetar su amor por esta comunidad, simplemente no estábamos de acuerdo en cómo amarla”, manifestó.
Ramos venció a Peralta en su intento por la reelección, y según los resultados de la Junta Electoral de Nueva York, ella ganó al obtener 12,181 de los votos mientras que él solo adquirió 10,021 de los electores de los vecindarios de Jackson Heights, Corona, Elmhurst, East Elmhurst, Woodside y Astoria.
El senador Peralta fue sepultado este martes en el cementerio “St. Michaell”, después de efectuarle una misa de cuerpo presente en la iglesia católica “Joan of Arc Roman”, asistiendo a ambos lugares cientos de personas para darle su ultimo adiós, entre ellas funcionarios, políticos, empresarios, comunitarios, periodistas, y ciudadanos comunes.