Una bomba lacrimógena fue lanzada este viernes en las cercanías del lugar dispuesto para que el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unas 60 naciones, ofreciese un discurso a la muchedumbre que se concentró para apoyarle en el oeste de Caracas.
Hasta ahora se desconoce quién liberó los gases lacrimógenos en la parte de atrás del camión que sirvió como tarima, pocos minutos antes de que empezara el discurso de Guaidó, donde se concentraron varias decenas de chavistas que arengaron consignas a favor del Gobierno de Nicolás Maduro.
Los oficialistas, menor en número frente a los simpatizantes de Guaidó, fueron contenidos por un piquete de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) lo que no evitó que miembros de ambas concentraciones intercambiaran gritos y se produjeran en el sitio algunos empujones.
Algunos de los que se identificaron como simpatizantes del chavismo lanzaron varias botellas y piedras en el lugar, la parroquia El Valle de Caracas, sin que se registraran lesionados más allá de una decena de afectados por los gases lacrimógenos.
Guaidó, jefe del Parlamento venezolano, habló durante unos diez minutos a sus simpatizantes y se marchó ileso del sitio, considerado un bastión del chavismo, tras llamar a los ciudadanos a participar en las protestas convocadas para mañana y para el siguiente sábado.
El antichavismo prevé manifestarse este sábado en todo el país en contra del apagón de esta semana que interrumpió la normalidad de los servicios durante unos cuatro días.
Esta actividad, según Guaidó, también servirá para expresar el rechazo a la usurpación que, considera, hace Maduro de la Presidencia por haber obtenido la reelección en unos comicios tachados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición.
Los seguidores de Maduro también tienen planeado manifestarse mañana para defender a la llamada revolución bolivariana que acusa a sus detractores por los fallos eléctricos y por todos los problemas de la crisis venezolana.