Berlín.- El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, renunció el martes después de ofrecer disculpas por aceptar como regalo un caro reloj de un dirigente ucraniano, aunque aseguró que desconocía su valor.
Grindel, quien se hizo cargo en 2016 de la federación deportiva más grande del mundo por número de miembros, se vio presionado por los informes que cuestionaban los fondos que recibió de una filial de la DFB y por un reloj que le dio el empresario ucraniano y dirigente del fútbol Grigory Surkis.
“Todos los que me conocen saben que no soy codicioso. El precio del reloj era de 6.000 euros. No conocía la marca ni su valor en ese momento”, dijo Grindel a reporteros en una breve declaración.
“El señor Surkis no tenía ninguna intención de usar esto con la DFB. Nunca me pidió ningún apoyo. Fue un regalo privado sin relación con la federación ucraniana o empresas comerciales. Fue una cuestión de cortesía aceptarlo (…) Pido disculpas por mi acción no tan ejemplar de aceptar el reloj”., agregó.
La DFB, que organizará la Eurocopa en 2024, dijo que Grindel será reemplazado interinamente por los vicepresidentes Rainer Koch y Reinhard Rauball hasta las elecciones de septiembre.
Grindel, un periodista que fue parlamentario por el partido conservador CDU, también estuvo en el centro de atención después de que un informe del semanario Der Spiegel identificó un ingreso de 78.000 euros que el dirigente recibió de una filial de la DFB y que no se había hecho público.
Grindel también es miembro del comité ejecutivo de la UEFA e integra el consejo de la FIFA. Se hizo cargo de la DFB tras la salida de Wolfgang Niersbach, quien se vio obligado a renunciar en medio de acusaciones de fraude en la organización de la Copa del Mundo en 2006 y por un pago hecho al organismo rector del fútbol mundial que condujo a otra investigación.