A bordo del yate Moineau. Capitán John Percival y el suscrito. Los dos navegantes. El día 18 de julio 1953 zarpamos de San Juan Puerto Rico hacia Santa Cruz de Tenerife, Isla canarias. Distancia 2820 millones. A las 17:40 se puso zumbo 075 grados giro compas, 074 grados campos magnéticos, para atravesar el océano atlántico. El capitán Percival hacia sus cálculos. Yo hacia mis cálculos cuando él tomaba la altura del astro me avisaba y yo apuntaba la hora del cronometro, y cuando yo tomaba la altura del astro el apuntaba la hora del cronometro y luego de hacer los cálculos se marchaba en la costa de navegación la situación del yate y recalar el faro de punta orchilla en la isla de hierro, parte del grupo de la isla canarias siendo las 21:30 horas del 18 de julio 1953, estoy con los binoculares con la seguridad le firme en nuestros cálculos. El capitán Percival me mira y semisonrie. Tengo preparado el arco azimutal en el repetidor del girocompás y a las 21:50 alisto los detalles del faro de punta Orchilla. Tramo la marcación 120 grados verdaderos.
Voy a la carta de navegación y marco la marcación que se sitúa el yate. Perfecta navegación. El capitán se deja escuchar. Cero erros, perfecta travesía. El día 29 de julio de 1953 siendo las 07:45 horas recalamos a la punta albana, en la isla Tenerife. Pasando a 3 millones al sur. A las 10:10 horas atracamos al muelle de Santa cruz de Tenerife. Fueron 10 días navegando con la seguridad de nuestros cálculos. Fe firme durante la travesía. El ser humano que vive en la fe, lo que hace, de seguro triunfa. La fe es el todo y eso es Dios.
Consérvese bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana