El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, reapareció este miércoles en Caracas en una manifestación y llamó a un paro progresivo en la administración pública a partir de este jueves.
Aseguró que continuará llamando a protestas hasta lograr el cese de la usurpación que considera hace Maduro de la Presidencia.
Guaidó dijo que continuará “liberando” a los llamados presos políticos del país, luego de que la víspera aseverara haber gestionado la excarcelación del dirigente Leopoldo López.
“Vamos a seguir liberando a los presos políticos (como) Juan Requesens, Gilber Caro”, señaló el líder opositor ante cientos de simpatizantes en un punto del este de Caracas cercano a Petare, la favela más grande de América Latina.
Según los datos, en Venezuela hay 755 personas en las cárceles por razones políticas, entre ellas los opositores Roberto Marrero, el principal colaborador de Guaidó, y el diputado Juan Requesens, a quien se acusa de participar en el atentado con bombas que sufrió Maduro en agosto pasado.
De su lado, el presidente Nicolás Maduro anunció que se está tras la captura de los “golpistas” que participaron la víspera en el alzamiento militar.
Ante miles de seguidores y empleados públicos concentrados en los alrededores del palacio presidencial, Maduro dijo que los que participaron en la sublevación sufrieron una “derrota pavorosa”.
Estados Unidos continuó presionando ayer al Gobierno de Maduro, al no descartar una posible intervención militar y cargó contra Rusia y Cuba, a los que Washington acusa de mantenerlo en el poder.
Posición rusa
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, denunció ayer que “la injerencia de Washington en los asuntos internos de un país soberano y las amenazas a sus dirigentes son una burda violación del derecho internacional”.
“El pueblo venezolano tiene derecho a determinar su destino”, informó el canciller ruso mediante un comunicado.
