Un político corrompido crea malestar, no tiene compromiso, con el país y con su familia, la ausencia de los conocimientos para ejercer cargos públicos, nos recuerdan la expresión de Sócrates: “para que un hombre sea de valor para el mundo ha de tener educación”.
Conversaban Scaevola y cicerón. Scaevola le dice: El gobierno necesita dinero. Ese es el lamento siempre cicerón también. “Donde el poder se ejerce sin limitaciones, no hay ley que valga”.
La dirección General de impuestos internos no está diciendo que ciertos poderosos no pagan impuestos al modo como o pagan los demás ciudadanos. Los avaros cuya patria es el dinero, borrachos en los teneres no comprenden que las leyes de Dios jamás podrán ser cambiadas.
Así como Dios nos habla, concibo que todo absolutamente todo esté bajo el control de Dios. Debemos comprender que todos los seres humanos somos hijos de Dios. ¿Por qué no vivir como lo que somos, hijos de Dios? La vida sería una fiesta con Dios.
Desaparecieron las dictaduras militares de América y el caribe. Surgen las democracias y estas democracias han sido degradadas al depósito y populismo muy frecuente, pienso que cuando nuestro padre de la patria Juan Pablo Duarte muere en la miseria de tesis, la republica dominicana perdió para siempre todo el amor de patria. Ser dominicano para ser a los humanos dominicanos. Esto nos recuerda al gran valeroso orador Romano Sucio Craso, al decir: “Cuando mueren los grandes, las naciones quedan verdaderamente despojadas”.
Un político corrompido crea malestares, no tiene compromiso con el país y con su familia.
La ausencia d los conocimientos para ejercer cargos públicos, nos recuerdan la expresión de Sócrates: “Para que un hombre sea de valor para el mundo ha de tener educación”.
Conversaban Scaevola y cicerón. Scaevola le dice: El gobierno necesita dinero. Ese es el lamento siempre, Cicerón también. “Donde el poder de ejercer sin limitaciones, no hay ley que valga”.
La dirección general de impuestos internos nos está diciendo que ciertos poderosos no pagan impuestos al modo como lo pagan los demás ciudadanos. Los avaros cuya patria es el dinero, borrachos en los teneres no comprenden que las leyes de Dios jamás podrán ser cambiadas.
Consérvese bueno.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana