Sostuvieron otra reelección del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), significa que puede haber una ruptura de la institucionalidad
Las sindicalistas y exdiputadas Eulogia Familia y Luz Eneida Mejía, sostuvieron este lunes en el programa El Día, por Telesistema, canal 11, que el pueblo tiene que movilizarse en contra de una nueva reforma constitucional para permitir la reelección del presidente Danilo Medina, a los fines de mantener la estabilidad del país.
Familia, fue diputada por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el período 1998-2002, y Mejía por el Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (Miuca), que luego cambió de nombre para denominarse Frente Amplio, en ese mismo período, llamaron a las organizaciones políticas, a que si el presidente Danilo Medina convoca el Congreso para conocer una reforma a la Constitución, deben también convocar al pueblo a estar frente al Congreso para decir no a la modificación.
Las dos exlegisladores, quienes fueron víctimas del rechazo y acoso de sus propios colegas de bancadas por su posición contra la reelección, precisaron que el pueblo tiene que movilizarse para mantener la institucionalidad del país. A su juicio otra relección del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), significa que puede haber una ruptura de la institucionalidad, o terminar de “desbaratarla”.
Señalaron que no se puede volver al espectáculo de volver a ver diputados llorando porque se haya aprobado una reforma para permitir la reelección, tal y como ocurrió en 2002 cuando Hipólito Mejía la auspició para postularse.
Precisaron que la resistencia a una nueva reforma a la Carta Magna no hay que buscarla en los legisladores, sino en el pueblo que es una parte muy importante parta impedir que esto vuelva a ocurrir, por lo que debe movilizarse frente al Congreso como se ha venido haciendo.
Dijeron que para lograr sus objetivos el gobierno utiliza el chantaje para doblegar los legisladores a que apoyen una reforma a la Constitución.
“Te investigan tu vida privada”
En su comparecencia, Familia y Mejía indicaron que la dignidad de los legisladores es quebrada en muchos casos no solo por sobornos. “El gobierno y su equipo, su vínculo con el DNI, manejan la vida íntima de la persona, sus debilidades y sus fortalezas. Las debilidades las utilizan para el chantaje, un problema familiar, una deuda, y te hacen ofertas y amenazas”.
Recordaron que en la reforma constitucional de 2002, el PRD era mayoría, pero que esa mayoría no estaba con la reforma. Familia precisó que un número simbólico de 36 diputados que firmaron en contra de la reforma constitucional, al final solo seis no la respaldaron.
Dijo que muchos legisladores que sabía estaban comprometidos con los principios del PRD, de los que estaban seguro que el reeleccionismo no pasaría, al final se “quebraron”, porque tenían un hijo funcionario muy alto y lo amenazaban que lo iban a quitar o le tiraban la familia encima para que lo convencieran.
“El fin es que las amenazas prevalecían, además del dinero que estaba por medio. Y eso provocó también que al momento de la votación había que tener mucho cuidado, porque hasta los que votaron “no” estaban contra la reelección, pero al votar hicieron quorum. Y otros se retiraron para debilitar el quorum y que no fuera muy pesada la carga hacia los opositores.
“Ahí se manejan muchas variables que terminan afectando a los legisladores. Te aíslan, te subestiman, te hacen muecas, no te aceptan en nada, en fin hay toda una actitud de discriminación contra los oponentes que al final muchos no lo resisten”, apuntó Familia.
“Por eso yo creo que la resistencia del pueblo y la movilización de los partidos políticos que están opuesto a la reelección, es lo importante, porque con los legisladores muchas veces aunque no quieran son empujado a situaciones como esa”, agregó la excongresista.
Mejía narró que en día de la reforma constitucional de 2002 fue histórico, porque ella y Familia quedaron como dos extrañas, e inclusive hubo manifestaciones de agresión física por parte de otros legisladores, que en su caso un colega se le acercó con intenciones violenta por un turno que tomó en el que defendió su posición contra la reforma para permitir la reelección del entonces presidente Hipólito Mejía.
En ese momento planteó que no era correcto que el PRD asumiera la postura de la reelección, por respeto al doctor José Francisco Peña Gómez.