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Meditabundo: Pensado en voz alta

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Los hombres no se inclinan a ejercer la visión común de su destino, aferrados al dinero se desata el disgusto entre ricos y pobres, patrón y obrero. El enfrentamiento de ideologías fingidas, el desorden de las sabidurías humanas. Todo lleva a un choque universal. La guerra fría que creo la destrucción de Hiroshima y Nagasaki, entre Rusia y Estados Unidos, desapareció. Ahora vibra la guerra económica con la agravante de millonarios en poder político que disputan el control de la economía universal. Realmente no interesa eliminar la hombrean. ¿Por qué no interesa la pobreza haitiana? Si están en Venezuela. Oh petróleo cuanto te buscan!…

Todos nos conocemos, vemos los divorcios, padres que no se cuestionan y los hijos no estudian, otros los abandonan y los hijos crecen huérfanos con padres vivos.

Todo ese conjunto de vivencia ausente forma la parte importante de la formación de ser un hombre preparado y de buenos hábitos, ahí está, de su modo de ser, en si su retrato interior, estas referencias es para toda su vida como recuerdo las cosas de nuestra infancia de padres cariñosos, exigentes, vigilantes, buen consejero, en contacto con los maestros de las escuelas. Otros pueden haber crecido igual, diríamos como el marinero “con un buen anclaje”, seguros de la historia de la propia vida.

El haber llegado a la senectud (91 años 7 meses) se recibe un llamado de los lugares donde crecimos, el amor vecindario, como queriendo ser hoy esa alegre cálido seno casero que nos recibió por vez primera. De ahí vivimos como un ser enraizado, muy vinculado a las personas y cosas. Esa unión, vínculos, son como la tierra para una planta. Todo contrario al que no tiene esas raíces no está ligado a nada, hasta ni por personas, le falta todo.

El que llamamos enraizado recibe la educación y esta enteja modos de personas y de actuar, costumbres y usos sociales, conocimientos, hábitos y técnicas de trabajo; un patrimonio espiritual, en si un enorme conjunto de riquezas humanas y las experiencias pegadas en una tradición humana.

Detiene el pensar y se nos presenta el pensador Donald Walsh, con quien los dejo “no puedes fracasar, no entra en el plan, no hay modo de que llegues a dónde vas. No hay modo de que te equivoques tu destino. Si Dios es tu objetivo estas de suerte, pues Dios es tan grande que no puedes perderte”.

Consérvese bueno.

El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana

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