Las autoridades sanitarias mexicanas afirman que la experiencia con el virus H1N1 en 2009 generó la capacidad suficiente en los hospitales para atender una posible epidemia
Hugo López-Gatell (segundo, a la izquierda), subsecretario de Salud de México, el miércoles durante una conferencia para informar de las medidas que el Gobierno mexicano ha adoptado frente al coronavirus.
México asegura estar preparado para enfrentar una emergencia del virus de WuhanMéxico estudia un posible caso de coronavirus en un hospital al norte del país
Las autoridades sanitarias mexicanas han afirmado este miércoles que cuentan con suficiente capacidad hospitalaria y el conocimiento científico necesario para enfrentar una posible emergencia del virus de Wuhan o coronavirus, que ha encendido las alarmas en el país norteamericano después de conocerse que se estudia un posible caso de esta enfermedad en un profesor universitario de origen chino que reside en la ciudad de Reynosa, fronteriza con Estados Unidos.
Hugo López-Catell, subsecretario de Salud de México, ha dicho que la crisis desatada en 2009 por el virus H1N1 les permitió ajustar los protocolos para emergencias sanitarias y “hacer el seguimiento adecuado para definir el riesgo para el país y las medidas que se deben tomar”.
La mañana de este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador ha confirmado que las autoridades sanitarias estudian un posible caso del virus en el Estado de Tamaulipas, al noroeste de México. El posible portador del virus, un hombre de 57 años, viajó a China el 25 de diciembre y estuvo en la ciudad de Wuhan, epicentro del virus.
Regresó a México el 10 de enero. José Luis Alomia Zegarra, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, ha informado de que un equipo de expertos viajó la noche del martes desde Ciudad de México hasta Tamaulipas para extraer las muestras requeridas para los exámenes. Estas fueron trasladadas a la capital mexicana esta madrugada y son sometidas a pruebas “de alta especialidad”, cuyos resultados estarían listos el jueves.
“Ningún país del mundo tenía la capacidad de identificar el virus. Estamos tratando de determinar cuál es la capacidad de este nuevo virus de generar enfermedades graves, lo que permitirá determinar cuántas camas y respirados en hospitales deberían estar preparados” para una eventual emergencia, ha explicado el experto.
Las autoridades sanitarias han informado de que han emitido avisos preventivos de viaje a sus ciudadanos que se trasladen a China y otros países de Asia Oriental, por los riesgos de contagio. Además, han organizado a un grupo de científicos que asesore en las investigaciones del virus y ayuden a implementar medidas para identificar posibles contagios. Por el momento, el profesor de origen chino ha sido aislado en su casa y se han practicado análisis a dos de las personas que tuvieron contacto directo con él en México.
El subsecretario López-Catell ha afirmado que no quieren generar alarma entre la población y ha dicho que con la información científica recabada hasta ahora han encontrado que el virus “tiene bajo potencial de causar enfermedad grave y muerte”. Hasta la fecha se han registrado más de 500 personas afectadas por el coronavirus, que ha causado la muerte de otras 17, lo que arroja una tasa de mortalidad del 3%. López-Catell comparó este porcentaje con el del virus SARS de 2003, que tenía una mortalidad del 15%, y del MERS, que surgió en países de Medio Oriente en 2012, cuya letalidad era del 35%. “Este nuevo virus es bastante más leve”, ha afirmado.
El país cuenta con una capacidad de 2.187 camas “para atención crítica» repartidas en 153 hospitales especializados, 1.500 hospitales públicos y 20.000 centros de salud repartidos por todo el territorio mexicano. Además, hay registrados 3.111 ventiladores claves para atender emergencias de carácter respiratorio.
“El país está preparado. Hicimos los ajustes en los protocolos para emergencias sanitarias de salud para distintos escenarios que se puedan desarrollar”, ha dicho López-Catell, quien ha explicado que esta capacidad se debe a la experiencia lograda durante la emergencia sanitaria de 2009, cuando el virus H1N1 golpeó a México y las autoridades impusieron una cuarentena que trastocó la vida de varias regiones del país, incluida Ciudad de México, con el cierre de escuelas y edificios públicos y hasta bares y restaurantes por un periodo de hasta diez días. La epidemia dejó más de 100 fallecidos y 1.614 casos confirmados.