La pandemia del COVID-19 está obligando a millones de personas a quedarse en casa para tratar de frenar la propagación del coronavirus. Parece simple, pero el hecho de que se deban parar las actividades que se hacían de forma rutinaria puede significar la aparición de estados de estrés y ansiedad.
La ansiedad es uno de los principales causantes del insomnio, según detalla el Instituto Europeo del Sueño. El insomnio afecta a un 46% de personas en algún momento de su vida y llega a convertirse en un problema crónico en entre un 10% y un 12% de la población.
Los síntomas del insomnio pueden incluir: dificultad para conciliar el sueño a la noche; despertarse durante la noche; despertarse muy temprano; no sentirse bien descansado después del sueño nocturno; cansancio o somnolencia diurnos; irritabilidad, depresión o ansiedad; dificultad para prestar atención, concentrarse en las tareas o recordar; aumento de los errores o los accidentes; preocupaciones constantes respecto del sueño.
La ansiedad incide de forma negativa sobre el sueño al punto de provocar insomnio en cualquiera de sus formas, según indica Celia García Malo, neuróloga del Instituto Europeo del Sueño.
García distingue dos clases de insomnio:
Insomnio de conciliación, cuyo problema fundamental llegar a la cama y lograr dormir.
Insomnio de mantenimiento, que consiste en despertares antes de la hora o continuas interrupciones del sueño a lo largo de la noche.
Solo en Estados Unidos, el virus ha afectado la salud mental de la mitad de la población, según una encuesta de Kaiser Family Foundation. «La gente está experimentando niveles muy altos de ansiedad», dice a la AFP Sonya Lott, una psicóloga de Filadelfia que se especializa en tratar duelos, que es justamente lo que cree que está viviendo el mundo.
Holly Daniels, psicoterapeuta y directora de asuntos clínicos de la Asociación de Terapeutas Matrimoniales y Familiares de California, que representa a 32 000 profesionales de salud mental, dice que ha visto un aumento significativo en el número de personas que buscan ayuda desde el brote del virus.
Tanto Daniels como Lott coinciden en que el mejor consejo para sobrellevar estos tiempos caóticos es mantenerse en el presente y hacer meditación, ejercicio y reuniones con amigos y seres queridos por aplicaciones en línea para aliviar la ansiedad.
Acciones para evitar el insomnio
Mantener la calma y los sentimientos positivos.
Evite demasiada exposición al bombardeo informativo, especialmente si no deriva de fuentes oficiales, pues esto a genera dudas, preocupaciones y va a aumentar los niveles de ansiedad.
Mantenga hábitos de vida saludables.
Trate de realizar las actividades que generalmente hace en el día en circunstancias normales.
Respete los horarios regulares de cada actividad y rutina: despertar, comer, hacer los quehaceres, etc.
Haga algo de ejercicio físico al menos 30 minutos en el día, preferiblemente en la mañana.
Evite las siestas durante el día para dormir de forma más profunda y plácida en la noche.
Al despertar en la primera hora procure tomar el sol durante unos minutos.
Evite realizar actividad física o estimulante 2 a 3 horas antes del irse a dormir en la noche. En su lugar se puede escuchar música relajante, meditar o ver algún contenido divertido y no estresante.
Evite el alcohol y el tabaco.
Evite o limite la cafeína. (I).