La dexametasona, un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo puede ayudar a salvar vidas de pacientes que se encuentran graves a causa del COVID-19, concluyó un estudio de la Universidad de Oxford divulgado este martes. Como todo medicamento, debe ser recetado por un médico que, luego de una valoración del paciente, señale cuál es la cantidad adecuada que se debe administrar al paciente.
Este medicamento de la familia de los corticoides ya se venía empleando, «de forma empírica», como apunta Patricia Fanlo, coordinadora del Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), «ya que, a pesar de que la OMS lo desechó como solución terapéutica al principio de la pandemia por no mostrar eficacia contra los coronavirus antecesores -MERS y SARS- y por apuntar que podía elevar la carga viral de los pacientes, los médicos lo hemos tenido presente».
¿Para qué se usa la dexametasona?
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la inyección de dexametasona se usa para tratar reacciones alérgicas intensas, para el control de ciertos tipos de edema, enfermedad gastrointestinal y ciertos tipos de artritis.
La dexametasona mejora posibilidades de sobrevivir al COVID-19, según estudio
También se usa dexametasona para pruebas de diagnóstico, para tratar algunas afecciones que afectan la sangre, la piel, los ojos, la tiroides, los riñones, los pulmones y el sistema nervioso.
Funciona para tratar a las personas con niveles bajos de corticosteroides al reemplazar los esteroides que el cuerpo produce naturalmente durante el funcionamiento normal. También funciona al tratar otras condiciones al reducir la inflamación y el enrojecimiento al cambiar la manera en que funciona el sistema inmunológico.
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¿Qué efectos secundarios tiene la dexametasona?
La misma Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos dice que la inyección de dexametasona puede ocasionar efectos secundarios. Y recomienda informar a su médico si cualquiera de estos síntomas se vuelve intenso o no desaparece:
dolor de cabeza,
cicatrización lenta de las cortadas y golpes,
piel delgada, frágil o seca,
manchas de color rojo o púrpura o líneas debajo de la piel,
depresiones en la piel en el sitio de la inyección,
aumento en la grasa corporal o movimiento a diferentes áreas de su cuerpo,
dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido,
cambios extremos de humor y personalidad,
depresión,
mayor sudoración,
debilidad muscular,
dolor de articulaciones,
períodos menstruales irregulares o ausentes,
hipo,
aumento en el apetito,
dolor o enrojecimiento en el sitio de la inyección.
Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si experimenta algunos de estos síntomas, llame a su médico inmediatamente o busque tratamiento médico de emergencia:
dolor de garganta, fiebre, escalofríos, tos u otros síntomas de infección,
convulsiones,
problemas de la vista,
inflamación de los ojos, el rostro, los labios, la lengua, la garganta, los brazos, las manos, los pies, los tobillos o la parte inferior de las piernas,
dificultad para respirar o tragar,
dificultad para respirar,
aumento de peso repentino,
sarpullido,
urticaria,
picazón.
¿Qué precauciones debe tener antes de recibir dexametasona?
Informe a su médico y farmacéutico si es alérgico a la dexametasona, a cualquier otro medicamento, al alcohol bencílico o a alguno de los ingredientes en la inyección de dexametasona.
Informe a su médico y farmacéutico acerca de qué otros medicamentos con y sin receta médica, vitaminas, suplementos nutricionales y productos a base de hierbas está tomando o tiene planificado tomar. Asegúrese de mencionar cualquiera de los siguientes: anfotericina B (Abelcet, Ambisome, Amphotec); anticoagulantes (‘diluyentes de la sangre’) como warfarina (Coumadin; Jantoven); aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve, Naproxen) e inhibidores de COX-2 selectivos como celecoxib (Celebrex); medicamentos para la diabetes, incluso insulina; diuréticos (‘píldoras que provocan la eliminación de agua a través de la orina’); efedrina; fenobarbital; fenitoína (Dilantin, Fhenytek); y rifampicina (Rifadin, Rimactane, en Rifamate, en Rifater). Es posible que su médico deba cambiar las dosis de sus medicamentos o monitorearle atentamente para saber si sufre efectos secundarios.