Observamos como es natural una VISIÓN y directivas distintas en el cambio de gobierno que se efectuará el 16 de agosto 2020. Un acto sin nubes del tipo nimbo que perturban con su oscuridad y que pasan danzando, pero, el sol inmutable, brillante en transparencia nos da vida.
Meditando vuelvo al año 1953, en el rincón de la biblioteca pública de Cannes, Francia, pasando páginas al pensamiento y conocimiento sobre ESCUCHARSE MUTAUAMENTE.
Escrito el 31 de mayo de 1942. “De la democracia no surgirá nada bueno si no estamos dispuestos a escuchar a quien no piensa igual que nosotros. Si no queremos escuchar a nuestro adversario o si después de haberlo escuchado, nos burlamos de él, damos con la puerta en las narices a la razón. Cuando la intolerancia se convierte en un hábito, se llega incluso a perder de vista la verdad. Tenemos que actuar sin miedo en los límites que la naturaleza ha impuesto a nuestro conocimiento, siguiendo la idea que se nos ha sugerido; pero al mismo tiempo tenemos que mantenernos abiertos en el espíritu y estar siempre dispuesto a admitir que lo que consideramos verdad ha resultado ser falso. Esta apertura del espíritu consolidad en nosotros la verdad y la purifica de las escorias en que haya podido caer.
El 27 de octubre de 21 le dice a los hindúes: Si impusiéramos a los demás nuestra voluntad ejercitaríamos una tiranía peor que el despotismo que una minoría de personas ejerce sobre nosotros. Nuestro gobierno se convertiría en un régimen de terror impuesto por la mayoría y, por consiguiente, peor y más impío que el primero. Hay que eliminar toda forma de coerción, aun cuando, en definitiva, nosotros no seamos más que un puñado de personas fieles a la doctrina de la no colaboración.
“En ningún caso nos es lícito reprimir una opinión con la intolerancia, porque entonces no sabremos nunca quien está con nosotros y quien contra nosotros. Para tener éxitos es, por tanto, indispensable alentar a todos a la plena libertad de pensamiento”.
Por hoy dejo a Gandhi con su experiencia. “Comprender la vida como servicio es el arte más elevado y está lleno de la verdadera alegría. El que quiere servir está libre de la ira y de la cólera y permanece tranquilo cunado lo importunan. Su servicio, como la virtud, se encuentra en sí mismo la recompensa”. “En los problemas de conciencia no vale la ley de la mayoría”.
Barnard Shaw dijo: “Una buena conciencia vale por mil espadas”. Y un anónimo escribió: “La conciencia es como un vaso de cristal; si no está limpio el vaso, resultará sucio todo lo que vacíe en él”.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.