Las cualidades éticas nos presentan un retrato nítido, sin retoques del vencido a sí mismo para servir a la comunidad.
En verdad puede que nos engañemos a nosotros mismos si contra el orden establecido por Dios y La Patria, preferimos el apego a las cosas materiales. Hacerse un hombre espiritual alejado de todo lo pasajero, inseguro y material, sé que se puede en el camino hacia la perfección lo que tiene el avance, el progreso espiritual y de un decidido esfuerzo por corregirse: el honor a la dificultad o el miedo a la lucha. En realidad los que más avanzan en las virtudes son los que más virilmente se esfuerzan por superar lo que más los estorba u obstaculiza. En efecto, el hombre o mujer que más adelanta y mayor gracia obtiene cuanto más se reprime a sí mismo y se humilla interiormente trabaja para evitar y vencer aquellos defectos que con mayor frecuencia le disgustan ven en los demás. Aprovechan todo aquello que le puede favorecer en el adelanto espiritual y si ve o oyes buenos ejemplos, animarse a imitarlos. Así como sus ojos observan a los demás, del mismo modo los de tus prójimos se fijan en él.
El que lleno de disciplina todo lo soporta y acepta todo lo que le mandan es el verdadero hombre ético. El que vive fuera de la disciplina se expone a graves caídas, al fracaso. El que busca lo más fácil y lo más cómodo tendrá una continua incertidumbre porque no le dará satisfacción ni lo uno ni lo otro.
Ser útil primero a los demás, si queremos ser útil a nosotros mismos. Tenemos la experiencia por larga que haya sido la tormenta y la más gruesa en el mar de Los Tainos, llamado Mar Caribe, el sol siempre ha vuelto a brillar entre las nubes y calentado la tierra amada de patria libre, soberana.
Vale recalcar: la ética es nuestra conducta con las responsabilidades y las cosas de relación a nosotros con los demás.
Si se desea conocer la ética de nuestro Padre Fundador de la Patria Juan Pablo Duarte, lea su Decálogo y lo que rechaza o condena. Dios, Patria, Libertad es su luminosa ética, así lo vivo siempre presente.
El hombre es lo que piensa-dice y hace. Sí es lo correcto, califíquelo como ético: Juan Pablo Duarte.
Solté el bolígrafo y las oxidadas neuronas recuerdan que el filósofo Crisipo de Solos define la virtud ética como aquella disposición constante que realiza el acuerdo del individuo consigo mismo y con la naturaleza.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.