El juicio histórico Odebrecht soborno por RD$92 millones indica que la riqueza mal adquirida es inocultable y traerá calamidades, y para siempre se carga esa culpa. La ley es un faro que ilumina la paz, seguridad y felicidad del ciudadano, cuyo carácter exige cumplir los deberes cívicos y velar por los derechos: Ser buen ciudadano siempre amando, proporcionándose a los demás, para eso fue plantado por Dios en la tierra el ser humano.
Tenemos un plan de vida, pero, debemos comprender que Dios es el que decide. Yo amaba desde mi adolescencia ser abogado, pero, Dios tenía disposición que yo fuera un hombre de la mar. Mi vida fue bendecida durante treinta y cuatro años en el servicio de la Armada. Comprendí que ese era el plan con su hijo. Cuando navegaba al terminar las cuatro horas de servicios de la navegación, me acostaba, leía hasta sentir sueño. Me encantaba observar el cielo estrellado y la naturaleza de la mar en calma. No he olvidado cuando leí a Pi y Margall: “¡Naturaleza, naturaleza encantadora! ¿Quién podrá jamás agotar tu belleza? ¿Qué pintor podrá reunir en su paleta los colores de la tuya? Dejadme gozar a solas de este espectáculo sublime. Quiero ver como la noche descoge su manto de estrellas sobre los blancos valles y los blancos montes”.
Cuando estudié el bachillerato me incliné por leer a Rubén Darío y navegando tenía mis libros. Fue el poeta Rubén que nos dijo: “El libro es fuerza. Es valor. Es poder. Es alimento. Antorcha del pensamiento y manantial de amor”. Hoy casi llegando al puerto de los 93 años, el libro es mi pan espiritual, es como estar en el tiempo y en el espacio y veo las cosas que no se ven, son espirituales.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
