El deseo natural de vivir en felicidad nos enseña que es un bien difícil de obtener. El hombre se siente bien haciendo a los demás, lo que él no quiere se lo hagan. La vida es un constante desafío, contrario a la Ley Divina. El hombre de espalda al amarse los unos a los otros y no la existencia de condiciones inhumanas. El hombre fue plantado en la comunidad para que todo lo que pasara y ocurra como asunto suyo debe ser por el bien común.
Las protestas en Gonzalo, en el parque La Lira, la marcha verde y frente a la Junta Central Electoral, nos enseñan que el legislador ideal es el pueblo. La protesta justa es la verdad en acción, por lo cual es necesaria.
Cuando no percibo un cambio en la conducta del ser humano, nuestros pensares van al tiempo que estuve en la Escuela de la Evangelización Juan Pablo II, leí y copié BÚSQUEDA DE DIOS. Se exhortaba a adoptar una “nueva actitud” respecto a los preceptos de Cristo, propugnaban cierta “Reforma Religiosa”. Decían que el fin de la vida estriba en la búsqueda de Dios en la humanidad, en crear la humanidad divinizada, es decir, una organización social asentada sobre fundamentos religiosos. Únicamente la resignación, el amor, y la paciencia pueden conducir a las personas al fin: al reino de Dios.
Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.